Alta tensión por el partido Girona - FC Barcelona en EE.UU.

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

El proyecto de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), impulsado fundamentalmente por su presidente Javier Tebas, de llevar un partido de LaLiga Santander 2018/19 a los Estados Unidos, nace como un proyecto de internacionalización y expansión económica de la competición que arranca inmerso en un mar de dudas y reticencias.

Desde que se anunció la intención del presidente Javier Tebas de llevar un partido de LaLiga a Miami (Florida) se desató un intenso debate, casi siempre con opiniones opuestas al proyecto. Tebas descartó que el encuentro escogido fuera el clásico entre Barça y Real Madrid, pero cuando se definió el nombre de los clubes protagonistas, FC Barcelona y Girona, la discusión se ha aderezado con un cierto tinte político.

La asociación de futbolistas (AFE) fue la primera en mostrar su disgusto con el proyecto y anunció su oposición al partidos en los Estados Unidos si no se explicaba mejor el proyecto y queda claro que no habrá un perjuicio para los jugadores.

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La RFEF no se ha pronunciado oficialmente, pero tampoco ha encajado bien que Tebas haya tomado semejante iniciativa sin comunicar nada a su homónimo, el presidente Luis Rubiales.

El disgusto de Rubiales no es aislado. De hecho, la reacción de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, fue mostrar su disgusto porque la Liga opte por la disputa de partidos oficiales de la Liga en Estados Unidos de forma unilateral, y advirtió que antes se debía contar con el visto bueno de las federaciones española y norteamericana, de la UEFA y de la FIFA...

Descontento de la afición

La opinión pública tampoco ha acogido bien la iniciativa. Aunque el Girona se apresuró a presentar un paquete de medidas que compensara a sus socios, son muchos los que siguen reclamando su derecho a presenciar en directo los partidos de su equipo, más aun en el caso de un duelo contra el Barça. Poco parece importar que el club catalán podría ingresar unos cuatro millones 

El FC Barcelona no se ha posicionado oficialmente aunque no ve con malos ojos un experimento que podría comportar una suculenta fuente extra de ingresos, y su portavoz Josep Vives consideró esta semana que no habría una oposición firme por parte de la plantilla del primer equipo si se define bien el proyecto.

Ernesto Valverde optó por su habitual prudencia, limitándose a señalar que "todavía está muy verde" el asunto, mientras que el flamante entrenador del Real Madrid, Julen Lopetegui, mostró su disconformidad en 'El Larguero' el pasado miércoles.

El componente político

Si todos estos ingredientes ya complican el proyecto de Javier Tebas y la Liga, al tratarse de un Girona-Barça se ha añadido un componente añadido, y es el matiz político que puede adquirir el partido, teniendo en cuenta la situación que se vive en Catalunya.

Según adelantó la 'Cadena Cope', en el caso de celebrarse el partido en Miami, se prohibiría que en las gradas se pudieran exhibir pancartas y símbolos de contenido político y se repartirían 40.000 banderas de España.