Alexis: la salsa que no cuaja

"Solo, aburrido e ignorado”. Así definió ‘The Times’ el pasado mes de noviembre el  estado de ánimo de Alexis Sánchez en la ciudad de Manchester. 

El United convirtió al chileno en el  jugador mejor pagado de la Premier (400.000 euros por semana) tras arrebatárselo al City. Las razones del futbolista estaban claras: quería ganar títulos.

“Hoy me acuerdo de una conversación con Henry, un jugador histórico del Arsenal, que cambió de club por el mismo motivo”, anunció. Alexis se convertía en el primer chileno de la historia del United y lo hacía a lo grande: quedándose con el dorsal 7, el de leyendas como Cantona o Beckham.

La operación se concretó hace más de un año, en enero de 2018, y en privado los dirigentes del City reconocen ahora que “esquivaron una bala”. El tocopillano ha sido una sombra del futbolista que marcaba diferencias con el Arsenal.

Wenger, uno de sus grandes valedores, hizo un diagnóstico severo: “Simplemente ha perdido la confianza”.  La tormenta de críticas no cogió por sorpresa a Alexis, que siempre ha tenido presente la naturaleza efímera del éxito. 

“Como futbolista sabes que todo lo que has conseguido se puede perder fácilmente y pasar a no ser nadie. Así es la vida, y es por eso no te puedes rendir”.

Varios factores han intervenido en el bajón del chileno, aunque en el United siguen hablando de su rendimiento “como uno de los grandes misterios” de los últimos años.

El futbolista se defiende en privado criticando el estilo de la etapa Mourinho. Siente que el sistema del portugués (más rígido que el del Arsenal) le perjudicó y que siempre se fijo más en su trabajo defensivo que en su aportación en ataque. En el club creen que se sentía intimidado con el portugués.

En Manchester han visto un Alexis desganado y sin la determinación que le convirtieron en un futbolista de la élite de la Premier. Su adaptación al vestuario es todavía hoy motivo de debate.

Su inglés sigue siendo muy pobre y solo mantiene una relación de confianza con MataDe Gea y Lukaku. En el campo algunos de sus compañeros están cansados de ver al chileno gesticular y pedir siempre el balón.

El paso de Alexis por el United está cargado de chascarrillos y leyendas urbanas más o menos probadas. Como el día que, según la revista ‘United We Stand’, se quejó al club porque al lado de su taquilla había una nevera que le congelaba las piernas. 

En Londres compró dos casas: una en el centro y otra en el barrio de Stanmore. En Manchester nunca se ha sentido tan cómodo a pesar de quedarse con la casa del exfutbolista del United Patrice Evra.

Ahí vive con su amigo Mauro Soranzio, persona clave para superar la ruptura con la actriz Mayte Rodríguez, un episodio que, dicen en Inglaterra, supuso todo un golpe para el chileno. También contó con el cariño de sus perros, Atom y Humber, a los que siempre recurre cuando las cosas no van bien. “Mis perros están ahí cuando pierdo o gano esperándote con la misma expresión en la cara”. 

Pero no todo han sido malas noticias para Alexis. La llegada de Solskjaer supuso una bocanada de aire fresco para él. El noruego ya dejo claro  que piensa recuperar al chileno. Y lo hizo con un símil muy comentado para dar a entender que cuando volviera a marcar un gol llegarían muchos más.

“Es como esa botella de ketchup [dijo mientras hacia el gesto de apretar algo con las dos manos] de la que nunca sale nada, pero que cuando sale de repente, hay un montón. Creo que es muy buen jugador”.  

Las previsiones de Solskjaer se torcieron cuando en marzo se confirmaban los peores pronósticos: una distensión de ligamento medial en la rodilla derecha le dejaba fuera dos meses y se perdía la eliminatoria contra el Barça.

Cuando llegó al club azulgrana dijo: “En el Barça tienes que aprender de nuevo a jugar”. Algo parecido le está ocurriendo en el Manchester, donde hasta ahora nadie reconoce al futbolista que la rompió en el Arsenal.