Aleñá presenta sus credenciales en Ucrania

Noche y partido muy especial para el del Maresme, porque hasta el día de hoy su aportación al equipo azulgrana había sido nula, testimonial. Solo siete minutos precisamente ante el Dinamo de Kiev en el encuentro disputado en el Camp Nou.

Koeman no ha contado con él, pero Carles nunca ha bajado la guardia, ha seguido trabajando y ha tenido la recompensa de la titularidad en un encuentro de Champions League. Formando el doble pivote con el bosnio Pjanic, siempre moviéndose por la zona izquierda de la medular, Aleñá ha podido demostrar que tiene mucho fútbol en su cabeza y en su pierna izquierda.

Muy activo, ofreciéndose siempre, queriendo ser protagonista de principio a fin, sin esconderse y con personalidad, Aleñá se convirtió en una de las referencias de sus compañeros, ya que en todo momento se colocó para apoyar en una pared o para dar salida a la pelota, a imagen y semejanza del mejor Busquets.

Es verdad que en el primer tiempo le costó hallar esas líneas de pases tan características en su fútbol, también porque los ucranianos estaban más enteros, más frescos y no era fácil encontrar espacios. Esa tendencia cambió radicalmente en el segundo periodo, donde el de Argentona fue protagonista en dos de los cuatro goles del Barça. Un certero saque de esquina suyo lo cabeceó hacia atrás Mingueza para que Braithwaite hiciera el 0-2. Posteriormente, un pase de Carles en profundidad a Jordi Alba permitió el remate a gol de Griezmann para cerrar el marcador.

Viendo lo cómodo que estaba jugando y que su rendimiento iba a más, Koeman le mantuvo los noventa minutos en el campo, prefiriendo sacar antes a Pjanic, a quien sustituyó Riqui Puig. Con esa cambio, Aleñá pasó a formar pareja en el pivote con Pedri durante unos minutos y después, aunque parezca mentira, con el brasileño Matheus.

Sin duda, Aleñá ha sabido aprovechar la oportunidad que le ha brindado Koeman en Europa.