Albert Puig cuenta los secretos de los fichajes de Ansu, Riqui Puig y Take Kubo

Los récords que está superando Ansu Fati

Los récords que está superando Ansu Fati / ZML

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Encontrar talentos alrededor del mundo parece fácil, pero acertar no lo es tanto. En el Barça, la presión de hacerlo es aún mucho más grande y, sin decepcionar, el margen de acierto es de los más elevados.

Uno de los responsables de todo esto es Albert Puig, excoordinador de la cantera azulgrana durante nueve años y director de La Masia entre 2014 y 2014, en un período en el que fichó a muchos talentos y futuras estrellas, entre ellas a Ansu Fati, Riqui Puig y Takefusa Kubo, que van paso a hacerse un nombre en los libros de la Primera División española.

De ellos habló en un reportaje de France Football: “Los dos (Ansu y Riqui) son grandes jugadores y tienen un futuro brillante. Riqui tenía muchísimo talento, pero las dudas de su fichaje llegaron sobre su físico, porque podría no serle una gran ayuda a corto plazo y podía ser un freno de su progresión. Con él se tuvo que mirar más allá. Con Ansu fue diferente. Tenía un talento puro, y no cabía discusión posible. Kubo lo fichamos gracias a Óscar Hernández, que coordina uno de nuestros campus en Japón. Me dijo que tenía a un talento japonés, y que la familia aceptaba ir a vivir a Barcelona. Confié en él y el jugador vino una semana a hacer las pruebas. Desde los primeros balones ya comprendí que el talento de ese chico era enorme. Y le fichamos. Era un chico mentalmente muy fuerte que no dudaba en tomar riesgos en el campo. Tenía mucha personalidad y, evidentemente, mucha técnica”.

Puig, que vive su primera aventura como técnico principal en el Albirex Niigata de Japón, también fue el responsable de fichajes para el Barça como Thiago Alcántara, Marc Cucurella o Dani Olmo.

“No me olvido de chicos como Kang-in Lee, Brahim Díaz, Sergi Roberto, Munir, Oriol Romeu, Iñaki Peña, Adama Traoré, Joan Toral, Miranda, Pablo Moreno… Todos ellos tienen su historia y guardo grandes recuerdos con cada uno de ellos”, añadía Puig. “Lo esencial no es descubrir y fichar, sino formar, educar y guiar a estas promesas. El camino del éxito es largo y difícil y entran en juego muchos factores externos. Pero claro, el talento bruto es la base de todo”.

Sobre los talentos del Barça, comentó que sus fichajes pasaron por etapas diferentes antes de llegar a La Masia.

Cuando Ansu tenía 9 años, había justo llegado de África pero era un diamante bruto y su juego denotaba alegría. Riqui tenía 11 la primera vez que lo vi jugar. Lo vi evolucionar año a año y decidimos que era el momento de traerlo cuando cumplió los 14. El físico era su gran hándicap, pero en cierta parte, eso le ha permitido ser más fuerte mentalmente y le ha incitado a hacer todo lo posible para mejorar tácticamente”.