FC Barcelona

En el Ajax nació el mito de Johan Cruyff

El Ajax fue el primer club de Johan Cruyff, con el que ganó tres Copas de Europa antes de su fichaje por el Barça

Johan Cruyff, en un partido en su primera etapa con el Ajax

Johan Cruyff, en un partido en su primera etapa con el Ajax / EFE

Josep Coves

“Yo era pequeño, delgado, débil y tenía que inventarme trucos para sobrevivir”. Así de plano, como lo era en todos los aspectos de la vida, explicaba Johan Cruyff las claves del éxito de su juego, aquel que desde sus comienzos en el Ajax marcó un antes y un después en la historia del fútbol.

Heredero de esa vieja escuela futbolística que era la calle, Cruyff estaba predestinado a hacer carrera en el Ajax. Su madre trabajaba en el club en labores de limpieza y fue ella quien le dio el empujón definitivo cuando el pequeño Johan contaba con 10 años. Se habían convocado unas pruebas y ella persuadió al entrenador para que su hijo fuera uno de los elegidos. “En la calle fue donde comencé a encontrar soluciones a mi manera de entender el fútbol”, recordaba con nostalgia unas cuantas décadas más tarde.

La muerte de su padre cuando él apenas contaba con 12 años marcó la infancia de Cruyff. Más amante del fútbol que de los libros, el chaval se pasaba horas y horas en las instalaciones del Ajax. El cuidador del campo acabó convirtiéndose en su segundo padre y él cada vez demostraba mayores cualidades ante el asombro de sus entrenadores por la habilidad que iba adquiriendo con ambos pies. La sensación de que había un chaval que iba a marcar época era generalizada en el entorno del club.

Fue así cuando Rinus Michels vio en él a un diamante por pulir. Lo sometió a un intenso plan de preparación física –como décadas más tarde haría el propio Cruyff en el FC Barcelona con Pep Guardiola- y le inculcó los principios del fútbol total que tan bien encajaban en su manera de concebir el fútbol. “Si nosotros conseguimos tener el balón no corremos peligro”, afirmaba Michels, una máxima que en su etapa de entrenador del Barça Cruyff llevaría a rajatabla.

En 1964, cuando contaba con 17 años, Cruyff debutó con el primer equipo del Ajax. Lo hizo de la mano del inglés Vic Buckingham, quien años después, como Michels, el propio Cruyff Louis van Gaal, también entrenaría al club blaugrana en lo que es considerada una conexión histórica entre los dos clubs basada en su forma de interpretar el juego. En su primer partido como ajacied Johan Cruyff marcó el gol de la victoria del Ajax contra el Groningen y dejó entrever un futuro que le llevaría a ganar seis Ligas, cuatro Copas de Holanda, tres Copas de Europa, una Copa Intercontinental y una Supercopa de Europa antes de su marcha al FC Barcelona en verano de 1973.

Al lado de jugadores como Ruud Krol, Wim Suurbier, Johan Neeskens, Johnny Rep, Piet Keizer y bajo la dirección técnica del rumano Stefan Kovacs, Cruyff alcanzó a principios de los 1970 los mayores éxitos como futbolista. El club de Amsterdam, hasta entonces sin éxito alguno en las competiciones europeas ganó tres títulos consecutivos de la Copa de Europa: 1971, 1972 y 1973. En 1970 ya había sido finalista de la competición.

“Jugábamos y nos divertíamos, ¿qué más se podía pedir?”, rememoraba Cruyff, que se consideraba uno de los primeros futbolistas profesionales del Ajax. “En aquella época el 95 por ciento de los jugadores procedían de la cantera y apenas cobraban; no era justo seguir así”.

Cuando en 1973 fichó por el FC Barcelona, Cruyff mejoró su status económico, colocándose al nivel de sus éxitos. En 1971, 1973 y 1974 ganó el Balón de Oro convirtiéndose en el primer futbolista que lo conseguía en tres ocasiones. Nadie pensó entonces que el Ajax volvería a disfrutar de la magia de Cruyff, pero en 1981, con 34 años, el ‘holandés volador’ regresó al club de sus amores. Ganó dos títulos de la Eredivisie y otro de Copa y en su última temporada, la 1982-83, dio forma a su última genialidad: el penalti indirecto que tramó con Jesper Olsen.

Ese mismo curso, la muerte del cuidador del campo, el hombre que había ejercido de segundo padre, marcó a Cruyff hasta tal punto que su rendimiento se vio afectado. Esto sirvió de excusa al entonces presidente del Ajax, Tom Harmsen, para no renovar el contrato de Cruyff, esgrimiendo que “carecía de capacidad” para seguir jugando en la Eredivisie. Un año más tarde, Cruyff se proclamaba campeón de liga con el Feyenoord, el histórico rival del Ajax.