Adama ya era una bestia de niño: "A veces le tenía que reñir para que dejara de hacer flexiones"

Adama volvió a debutar con el Barça ante el Atlético de Madrid, y lo hizo de la mejor manera posible. El extremo se ganó a un Camp Nou que estuvo entregado a él y que aplaudió cada una de sus incursiones en banda -a disgusto de Mario Hermoso-. Fue uno de los jugadores más destacados y demostró que con una buena intención táctica, puede ser muy importante para este Barça de Xavi.

Jordi Condom, el técnico que lo descubrió y lo fichó para el Benjamín B del Barça con tan sólo 8 años, habló con 'MARCA' del nuevo fichaje azulgrana: "Estábamos buscando jugadores para la próxima temporada y un día vimos un partido de L'Hospitalet y nos llamó mucho la atención aquel chico del barrio de La Florida. Vimos cómo estaba al lado de portero rival, éste sacó en largo y él corrió y recuperó el balón sin que tocara el suelo. Lo fuimos siguiendo. Nos impactó y lo incorporamos", explica el entrenador. En aquella época, ya despuntaba por su velocidad y potencia pero reconoce que "aún no brillaba en el uno contra uno".

En su regreso al Camp Nou, disputó 61 minutos en los que completó 5 de 13 regates y dio 1 asistencia. De hecho, en poco más de una hora de juego, ya había superado los registros en el pase de gol de toda la temporada en los Wolves.

Destacó como uno de los velocistas de la Premier League

Adama alcanzó los 36,15 kilómetros por hora en Inglaterra y, ayer, le demostró a Hermoso su velocidad. Además de presumir de rapidez, el extremo derecho luce un físico bestial. El catalán siempre ha cuidado su forma: "Cuando yo lo entrenaba, en benjamines, a veces le tenía que reñir para que dejara de hacer flexiones", recuerda Condom.

Adama está feliz de regresar a la que fue su casa: "Estoy muy contento, aunque creo que siempre se puede hacer mejor. Esa es mi mentalidad. Lo mejor es que la afición ha disfrutado y lo importante es devolverle la ilusión a la gente" y el Camp Nou está feliz con él. El jugador está cedido y tiene una opción de compra no obligatoria de 30 millones de euros. La misma cuantía que Trincão, futbolista portugués cedido por el Barça a los Wolves y que le quitó la titularidad en Inglaterra.