Acuerdo total por Neymar

Neymar Jr. seguirá vinculado al Barça hasta 2022. En julio, estampará su firma en su nuevo contrato, de cinco años de duración (de la temporada 2016/17 a la 2020/21) más uno de opcional, por lo que vinculará su futuro al club blaugrana hasta la disputa del Mundial de Catar, de 30 años. Pasará, por tanto, los años de su plenitud futbolística vestido de blaugrana. Por otro lado, se le blindará con una supercláusula de rescisión de 230 millones de euros que haría prácticamente imposible una salida no deseada. El pacto con la fiscalía es el penúltimo paso antes de consumarse esta renovación pues es una forma de darle protección al jugador ante el acoso de hacienda, de evitar que tenga que volver a pasar por un juicio y sacarle del primer plano judicial. Era una de los grandes preocupaciones del jugador que ahora, en principio, quedan resueltas después de que la junta directiva aprobara por el pacto. El propio Bartomeu lo dijo así en la rueda de prensa posterior: “Este acuerdo los ayudará (a Neymar y a su padres) en el otro proceso que tienen abierta en España, el de DIS”, dijo.

El acuerdo supone una actualización de acorde al status que Ney ha adquirido dentro del equipo y del fútbol mundial (no hay que olvidar que el año pasado ya fue finalista al Balón de Oro). El brasileño verá mejorado sustancialmente sus emolumentos y se convertirá en el segundo mejor pagado de la plantilla por detrás de Leo Messi. El club trabajaba para llegar a una entente una vez finalizada la tercera campaña del atacante brasileño en Barcelona y cuando aún le quedaban dos años más de vigencia de su actual contrato. 

CLIMA INMEJORABLE

Independientemente de lo que se diga y se publique en Madrid, París, Londres o Manchester, la intención de Ney siempre ha sido quedarse en Barcelona. Quería permanecer en el Barça, porque es feliz, se siente realizado y quiere seguir aumentando su currículo con el mejor tridente ofensivo del planeta. Ha habido confluencia de intereses, entre el club y el jugador, que se han plasmado en un acuerdo que cumplen las expectativas de ambas partes. El clima negociador ha sido inmejorable: hay empatía con el padre del crack, y su equipo de asesores, labrada entre 2011 y 2013, cuando se cerró la contratación del astro brasileño, y cuanto más apretó Florentino para intentar llevárselo al Bernabéu. Albert Soler, director responsable de los deportes profesionales y hombre de máxima confianza de Josep Maria Bartomeu, y Raül Sanllehí, director de fútbol, han llevado el peso de la negociación por parte blaugrana, al lado de André Cury, el hombre de la secretaría técnica en Sudamérica, que ha desarrollado un trabajo clave porque es el profesional del Barça más próximo a Neymar Sénior.

Durante las conversaciones, la principal preocupación de Neymar padre, como reconoció a SPORT, ha sido que hubiera “seguridad jurídica” en el nuevo vínculo profesional de su hijo para evitar la guerra judicial, que se desató tanto en los juzgados de España como en los de Brasil, por su traspaso del Santos. Viendo la agresividad de la Fiscalía, en Madrid y en Santos, y la voracidad de Hacienda, tanto la española como el fisco brasileño, y el madridismo militante que impregna la Abogacía General del Estado en el ‘caso Neymar’, esta vez se ha querido evitar cualquier tipo de sorpresa en el momento que lleguen las inspecciones fiscales. Por este motivo, un ejército de abogados tributarios, en Barcelona y en Sao Paulo, están analizando minuciosamente todas las cláusulas del nuevo contrato. Toda la documentación se firmará en el julio y no ahora porque el nuevo vínculo profesional empezará a tener vigor la temporada 2016-17. No hay prisa para hacer el anuncio oficial, que muy será realizado antes del 18 de julio, cuando Ney inicia la pretemporada con la Seleçao para preparar los JJOO. El ‘tempo’ ya está definido y no va a alterarse. Ni al club ni al propio Ney le afectan lo más mínimo toda la literatura que ya ha empezado a surgir y que asocia la demora a firmar la renovación, con las hipotéticas ofertas que está recibiendo el jugador.