Historia SPORT

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El accidentado Barça-Valencia de 1944

César Rodríguez y Juan Zambudio Velasco, conocido por el segundo apellido por gustar más al club azulgrana

César Rodríguez y Juan Zambudio Velasco, conocido por el segundo apellido por gustar más al club azulgrana / ANTONI CAMPAÑÁ

David Salinas

David Salinas

En los 86 Barça-Valencia de Liga jugados en feudo azulgrana se acumulan infinidad de historias. El duelo entre estos dos equipos siempre ha sido pródigo en anécdotas y acontecimientos varios. Uno de estos episodios tuvo lugar en el choque del domingo 3 de diciembre de 1944, en el campo de Les Corts, hace poco más de 76 años. Una de las figuras del Barça por aquel entonces, César Rodríguez, se convirtió en el héroe de la afición al anotar el gol de la victoria (1-0) y en evitar que el Valencia igualara. El leonés jugó de delantero y ocupó el marco después de la lesión del meta Juan Zambudio Velasco.

El Valencia, vigente campeón de Liga, visitó Les Corts con la intención de dar alcance al Barça, que compartía el liderato junto al Real Madrid y el Athletic con 14 puntos. Sin embargo, el equipo de Josep Samitier, que venía de dos triunfos consecutivos, encadenó el tercero y acabó la jornada como líder en solitario tras ganar al Valencia y perder el Real Madrid en Sabadell (3-2) y el Athletic en el Metropolitano (1-0). 

Partido brusco

El partido entre el Barça y el Valencia, según las crónicas de la época, fue brusco y viril, aunque sin malicia, pero con nervios excesivos. Abundaron los choques y las refriegas y los 22 protagonistas, en algún momento, comprobaron la dureza del terreno de juego. Sin embargo, quien se llevó la peor parte fue el portero azulgrana VelascoGorostiza le dio una patada en la cabeza y tuvo que ser retirado del campo por sufrir una conmoción cerebral.

En aquella época el fútbol no permitía cambios y un jugador de campo, César, el interior izquierdo, ocupó el marco del Barça. Por cierto, tuvo una feliz actuación, como destacó el diario deportivo Gol: “cumplió en su nuevo puesto, ya que intervino en cuatro o cinco ocasiones y en todas con una gran seguridad como si hubiera jugado muchas veces en este lugar”. 

César había inaugurado el marcador en el minuto 48, tras un potente disparo desde fuera del área después de recibir una asistencia de Escolà a la salida de una falta. En el minuto 63 llegó la jugada que provocó la retirada de Velasco. El meta se lanzó a los pies de Gorostiza y recibió un fuerte golpe en la cabeza. Fue atendido en el terreno de juego y, al no reaccionar, llevado a la enfermería.

Los doctores Moragas Mestre, explicó El Diario de Barcelona, le apreciaron una fuerte conmoción cerebral de la que tardó el reaccionar, “en vista de lo cual es trasladado en una ambulancia al Instituto Médico Deportivo”. Allí, agregó el rotativo, “volvió en sí, reaccionando favorablemente sus reflejos de vista, oído y habla, pero persistiendo la gravedad de su estado, no pudiéndose dar un diagnóstico definitivo hasta transcurridas 48 horas”.

Regreso prematuro

Velascoque fue el primer ganador del trofeo Zamora del Barça, se recuperó más rápido de lo esperado y reapareció, prematuramente y con cinco kilos menos, el 14 de enero de 1945 en un Oviedo-Barcelona encajando seis goles en el barrizal de Buenavista. No volvió a jugar un partido oficial hasta el 8 de abril, en un derbi disputado en Sarrià (1-1). Durante este tiempo se puso en forma, ganó peso y recobró mayor confianza. En su ausencia, el marco azulgrana fue para Quique Martín. Entre otros partidos, el guardameta vallisoletano se alineó en la manita que el Barça endosó al Real Madrid (5-0) en Les Corts el 25 de marzo.

Velasco acabó la Liga como titular y volvió a jugar contra Gorostiza en Mestalla el 23 de abril. Fue un partido tan intenso como el de la primera vuelta, resuelto también con una mínima diferencia para el Barça (2-3). El conjunto barcelonista, con Velasco en el marco, se proclamó campeón de la Liga 1944-45 el 13 de mayo, en Les Corts, después de superar al Athletic por 5-2. Con Samitier en el banquillo, el Barça sumó su segundo título de la historia. El primero había llegado en la primera edición (1928-29).

Para su desgracia, no sería la última lesión grave de Velasco… El 20 de noviembre de 1949, en Balaídos (6-4), cayó lesionado en el minuto 40 después de un encontronazo con Mekerle. Sufrió un desprendimiento de retina en el ojo izquierdo y tuvo que ser sustituido por Ramallets (entonces sí estaban permitidos los cambios de porteros por lesión). Dada la gravedad del percance, fue trasladado a Barcelona en avión para que el oftalmólogo Dr. Arruga lo operara de urgencia.

Por cierto, Velasco fue conocido siempre por su segundo apellido y no por el primero, Zambudio. “A mí me gustaría [ser conocido] por Zambudio, pero a los del club les gusta más Velasco. Y Velasco he quedado”, dijo en enero de 1945.