El vestuario y Bartomeu, con Valverde

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Apenas apareció en la foto, pero fue uno de los grandes protagonistas de la final en el Wanda. No fue manteado por los suyos, ni siquiera se le vio cerca de los jugadores, como si quisiera otorgarles todo el mérito. Pero Valverde salió reforzado de la exhibición azulgrana y cambió la tendencia tras el desastre de Roma. 

Nadie fue más señalado que él tras la eliminación en la Liga de Campeones. Por tercera vez consecutiva el Barça caía en cuartos pero esta vez con un 4-1 favorable de la ida.

Al Txingurri  (fue conservadora la alineación y conservadora la actitud del equipo) y una falta alarmante de reacción (intervino muy tarde con los cambios). 

En plena remontada de la Roma el Barça pareció estar absolutamente bloqueado, incapaz de rebelarse a la inercia del partido. Otro de los aspectos que contribuyeron a la espiral de críticas al técnico. "Nos esperan días duros. Cuando pierdes siempre te planteas tus decisiones. Y el entrenador es siempre el responsable".  

Un ruido que no cogió por sorpresa a Valverde, que sabía donde se metía cuando aceptó la oferta del Barça. "Soy consciente de que en los grandes equipos cuando hay una eliminación hay un cataclismo. Tienes un fallo y parece que todo se marcha por la borda".

Ni siquiera las buenas perspectivas ligueras -el Barça está a un puntos de salir campeón- impidieron que antes de la final copero se pusiera incluso en duda la continuidad de Valverde.

De ahí que en el vestuario hubiese cierto malestar en lo que entendían como una espiral exagerada de críticas al técnico. La responsabilidad, entendían, era compartida. 

La final de Copa aparecía como una oportunidad para rearmarse y poder terminar el curso con el doblete. Una derrota en el Wanda hubiera podido enturbiar aún más el ambiente.    

Pero en lugar de renovar el debate sobre el técnico, la final supuso un punto de partida para la carrera de Valverde en el banquillo azulgrana. Su primer título como entrenador azulgrana. Ocurrió en la Copa, claro, una competición que parece tener una relación especial con los entrenadores del Barça en los últimos años.  

Guardiola comenzó y acabó su ciclo con la Copa. Y Luis Enrique también despidió su etapa en la competición. El sábado los jugadores fueron los primeros en alegrarse por el técnico.  

El vestuario se mostró encantado de poder reforzar la figura de Valverde tras unas semanas complicadas para el técnico. Valverde trabajó mucho la final copera con los futbolistas. 

El equipo trató de mejorar las situaciones de juego que no habían funcionado en el encuentro liguero en Sevilla. Un partido donde el Barça lo pasó mal y terminó empatando in extremis.

No repetir los mimos errores fue el punto de partida del planteamiento de la final. Y el equipo mejoró la presión y jugó muy ordenado. "Fuimos sobre todo un equipo", destacó Suárez. "Nos fijamos mucho en el partido del Pizjuán", recordó Sergi Roberto. 

La temporada de Valverde

La debacle en la Champions tapó algunos de los logros de Valverde, que fue capaz de encauzar un equipo que tras el golpe anímico de la marcha de Neymar dejó muy malas sensaciones en la Supercopa de España ante el Madrid.

El resultado ha sido que el Barça se encuentra a las puertas de lograr un doblete (le basta un empata en Riazor para ganar la Liga), aunque la herida de la Champions sigue abierta.  

Los dos encuentros dejaron entrever que se había ensanchado las distancias con el conjunto de Zidane. Pero con el paso de las semanas Valverde fue construyendo un equipo menos brillante que otras temporadas pero también más sólido, a pesar de que se había perdido talento con la marcha de Neymar. 

La lesión de Dembélé contribuyó a que se fuera consolidando un 4-4-2 que se mantiene a pesar de la recuperación del francés y la llegada de Coutinho. 

Valverde priorizó la Liga y aparcó las rotaciones radicales de Luis Enrique. Incluso en la Copa contó con los mejores con el paso de las eliminatorias. 

El resultado ha sido que el equipo está las puertas de lograr el doblete (solo necesita ganar en Riazor para lograrlo este fin de semana), aunque la herida de la Champions sigue abierta.  

A la espera de ver cómo termina el Madrid en la Liga de Campeones, los resultados le permiten a Valverde afrontar la siguiente temporada con su proyecto reforzado.

Un curso en el que Valverde tendrá que plantearse si debe seguir gestionando igual la plantilla o tratar de dosficar más los esfuerzos pensando en la máxima europea.

La Champions será el gran reto del Txingurri la próxima temporada. El de la dirección deportiva, seguramente encontrar soluciones al adiós de Iniesta y recortar las distancias entre la segunda unidad y los titulares. 

Bartomeu está convencido de que la continuidad del técnico está justificada con un doblete que debe ser el principio de un nuevo ciclo con Valverde.