Un '9' como Dios manda

Voraz, líder e ídolo. La etapa de Lewandowski en el Barça está llena de luces y sin, por el momento, ni un atisbo de sombras. El delantero ha llegado para reanimar a un equipo tocado y todo es alegría y jolgorio a su lado. Se le caen los goles de los bolsillos, asume el reto de cargarse el equipo a las espaldas y ya se ha convertido en uno de los futbolisas más aclamados por la afición blaugrana.

El Barça vuelve a tener un delantero centro como Dios manda. Algo que había echado en falta durante las últimas temporadas. Lejos quedan ya los tiempos en los que Samuel Eto'o, Zlatan Ibrahimovic o Luis Suárez vestían el '9'. Robert también está llamado a marcar una época como hicieron en su momento el camerunés o el uruguayo.

Con la llegada de Xavi al banquillo el curso pasado se acabó una flagrante falta de gol. En este sentido, la dirección deportiva fue al mercado de fichajes de invierno con el objetivo de traerle más pólvora al nuevo técnico. Y lo hizo por partida triple: Ferran Torres, Aubameyang y Adama Traoré.

Ahora, con el fichaje de Lewandowski, la plantilla da un salto mucho más allá y permite entrar al equipo en una nueva dimensión. Tanto mediática, como deportiva. El polaco ha caído de pie y se vislumbra un futuro muy prometedor con él como punta de lanza en el ataque. El objetivo es volver a competir por todos los títulos y, evidentemente, alzar los máximos posibles. Con Lewandowski, todo es posible.

Con 12 disparos a puerta ha logrado celebrar ya cinco goles con el escudo del Barça en el pecho. Doblete contra la Real Sociedad y Real Valladolid y un tanto más frente al Sevilla. Unos registros que le permiten liderar la tabla de máximos goleadores de la competición doméstica, compartiendo primera plaza con el incansable Iago Aspas.

Goles son amores

El polaco está viviendo una segunda juventud en una de los mayores retos de su carrera deportiva. Dijo adiós a Múnich después de ocho años, donde lo tenía todo, para empezar de cero en Barcelona. Su DNI dice que tiene 34 años, pero su estado físico tiene una edad atestigua una edad más jovial. Todo se contagia y en un equipo repleto de imberbes como Eric, Balde, Gavi, Pedri o Ansu, Lewandowski es uno más de estos 'polluelos'.

Los más de 40.000 espectadores que se acercaron al Sánchez-Pizjuán vieron en directo una nueva y solemne actuación del delantero. Su acrobático control con el pecho dentro del área y su remate de primeras al fondo de las mallas de Bono permitió que los blaugrana respiraran con tranquilidad, con el 0-2. Una auténtica obra de arte, a la altura de los grandes goles que llevan su firma en este arranque de curso.

Anotó un gol, pero pudo haberse subido al avión de regreso a Barcelona con su primer balón firmado por sus compañeros. Tiempo al tiempo, todo llegará. Y no tardará. Tiene el gol entre ceja y ceja, pero Lewandowski se marcó el objetivo de anotar de vaselina, al más puro estilo Messi. Lo intentó dos veces. No pudo ser. Primero lo salvó Fernando sobre la línea y, asistiendo involuntariamente a Raphinha para que abriese la lata; y el portero marroquí evitó su tercer doblete como blaugrana.

A la altura de Messi

Para poner el relieve lo que ha logrado Lewandowski en este espectacular inicio de temporada hay que tirar de hemeroteca. Es el único culé que en su año de debut durante el Siglo XXI marca cinco goles en las cuatro primeras jornadas de La Liga. Si miramos el resto de temporadas, se sitúa por delante de nombres de la talla de Eto'o, Suárez o Ibrahimovic. Todos ellos, como máximo, vieron puerta en cuatro ocasiones durante los cuatro primeros encuentros de la competición doméstica.

Por encima de Lewandowski solo se encuentra Leo Messi. El argentino es el único que ha visto puerta en cinco o más ocasiones hasta la cuarta jornada. Anotó cinco dianas en la temporada 2017/18, 2011/12 y 2009/10, pero en la campaña 2013/14 celebró seis tantos en los primeros cuatro partidos. Siempre ha comido aparte.