25 años del fichaje 'fantasma' de Cleo

Ha pasado un cuarto de siglo del fichaje de Cleo, un brasileño que nunca llegó a debutar en el Barça

Cleo Inácio Hickmann tuvo un paso fugaz por el Barça: tanto como dos meses, tiempo en que ni tan siquiera jugó un minuto en competición oficial. Por ello, el fichaje del centrocampista gaúcho, del cual se cumplen ahora 25 años, forma parte del imaginario colectivo culé como una de las operaciones más peculiares y pintorescas de la primera etapa del nuñismo, la cual dejó como herencia alguna que otra leyenda urbana como la homosexualidad del jugador.

La historia del fichaje de Cleo nace el 13 de diciembre de 1981. El Barça de Udo Lattek empata en San Mamés (1-1) y Goikoetxea lesiona de gravedad a Bernd Schuster, que se perdería el resto de la temporada. El club se pone manos a la obra para buscar un recambio. Primero intenta incorporar a Toninho Cerezo, pero tras encallarse la operación, finalmente, se apuesta por otro brasileño, Cleo, un centrocampista de 22 años, de gran porte físico y apariencia germánica, procedente del Internacional de Porto Alegre.

El 4 de febrero, Cleo aterriza en Catalunya para hacer 'dupla' de extranjeros con Allan Simonsen y consciente que su etapa blaugrana tiene fecha de caducidad, ya que Maradona se incorporará después del Mundial 82. Se integra rápidamente al grupo y empieza a entrenar, esperando el tránsfer de Brasil, que nunca llegaría. El 25 de febrero juega un amistoso en L'Hospitalet (1-3). Serán sus únicos 90 minutos con la camiseta blaugrana.

"Todavía hasta hoy, no sé exactamente por qué no llegó la documentación. Fui hasta dos veces concentrado en el hotel, una de ellas en un partido contra el Valencia, esperando a última hora el tránsfer", explicó Cleo a SPORT, desde Porto Alegre, donde vive actualmente. "En aquella época el Barcelona tenía una gran plantilla, con jugadores internacionales, y creo que el club no veía la necesidad real de contratar a nadie más", añade.

El aplazamiento, jornada a jornada, del debut del brasileño desató toda clase de especulaciones y rumores, el que ha quedado en la memoria es que el club no quería hacerlo debutar después de saberse que era homosexual. "Todo eso, se originó después que hiciese unas fotografías un poco atrevidas para la época en una agencia de Porto Alegre. Un periodista las quiso utilizar de forma tendenciosa diciendo que era gay en el lanzamiento de una nueva revista, yo lo procesé, la justicia brasileña me dio la razón, y la publicación nunca salió al mercado", afirma.

Cleo recuerda que por aquella época Migueli había posado desnudo en España. "El mismo me decía que sus fotografías eran mucho más osadas que las mías, y hacíamos broma de ello en el vestuario".  

Durante su estancia en Barcelona, Cleo aprovechó para casarse, lo que llegó a ser interpretado como una operación de marketing del club para limpiar su imagen. El enlace tuvo lugar el 2 de abril de 1982 en la iglesia San Gregorio Traumaturgo, próxima del ya desaparecido estadio de Sarriá, con la presencia de Joan Gaspart, que fue padrino de boda, y Josep Lluís Núñez. De cortina de humo, nada. Este año, Cleo completará las bodas de plata con su esposa María José, con la cual tuvo dos hijos Cleo Junior, de 23, padre de una niña de 7 meses, y Amanda de 17. "Fue una boda fantástica, Joan Gaspart nos ayudó en todo, tuvimos los mejores sastres, los mejores anillos, la mejor celebración, una fiesta fantástica... fue sin duda lo mejor de mi estancia en Barcelona".

La ceremonia tuvo una gran repercusión hasta en Brasil, porque como estábamos a las puertas del Mundial, la TV Globo tenía un corresponsal fijo en España y ofrecieron un reportaje en el programa de máxima audiencia de domingo por la noche", recuerda emocionado.

"También se dijo que me habían fichado porque era como un amuleto brasileño que daba buena suerte, ya que cuando llegué el equipo se situó como líder y precisamente cuando me marché el Barça acabó perdiendo la Liga", recuerda. 

Cleo no guarda ningún resentimiento de su paso fugaz en Barcelona. "Está claro que lo que quería era jugar, pero nunca me arrepentí de haber fichado por el Barça, todavía recuerdo el cariño con que me trató la gente del club y la afición me mostraron, además financieramente fue una operación perfecta me pagaron todo lo acordado, en tres meses gané lo que hubiera tardado prácticamente dos años en Brasil".

El ex jugador guarda un recuerdo muy especial de Joan Gaspart: "Convivía con él y con su familia diariamente, me adoptó como si fuera su hijo y tuvo un trato espectacular conmigo, este año tal vez vaya a Barcelona y mi intención es poder verlo para darle un abrazo".

El brasileño dio por finalizada su etapa barcelonista el 5 de abril. "Cuando vi que la temporada llega a su fin y no podría ya jugar, decidí volver a Brasil, y aquí es cuando cometí un error, porque podría haber continuado en Europa la siguiente campaña actuando en otro equipo".