2018: El año que cumplió su sueño

Carles Aleñá hizo balance de 2018 y habló sobre el año que viene

 Carles Aleñá brindó simbólicamente con SPORT en el año de su llegada definitiva al primer equipo / Rubén Moreno

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

En doce meses se puede escribir un libro, concebir y ver nacer a un bebé, apuntarse a un gimnasio y, tras no pisarlo en dos meses, rendirse. También se pueden ir a clase para tocar un instrumento musical. O dar la vuelta al mundo. Dejar de fumar y volver a coger el hábito. Un año da para mucho. Pero las buenas intenciones que se descorchan tras comerse doce uvas acaban, la mayoría de las veces, como el cava, desparramado por el mantel. Solo quienes nacieron con una voluntad y determinación especiales son capaces de todo. Incluso de pelear por sus sueños semana a semana, mes a mes, año a año, durante lustros y hasta una década. Toda una vida. Carles Aleñá es uno de esos elegidos.

“I, a vegades,  una carambola de sobte ens demostra que ens en sortim (y, a veces, una carambola de repente nos demuestra que lo hemos conseguido)”, canta el grupo musical ‘Manel’. Una letra que podría firmar Carles Aleñá, cuyos últimos doce meses han servido para alcanzar la meta que lleva persiguiendo toda su vida. 2018 será siempre el año en el que cumplió su sueño:_convertirse en futbolista de la primera plantilla del Barça. Inolvidable.

el paso más complicado

El de Mataró ha visto como, a su lado, han ido cayendo, año a año, compañeros que peleaban por lo mismo que él. Ahogándose en la orilla mientras él siguió nadando hasta resguardarse en el Mini Estadi antes de dar el último paso, el más complicado. No solo por la exigencia que supone, sino por los cantos de sirena que llegan de otros clubs y porque el Camp Nou aparece tan cercano que puede provocar vértigo. También para eso hay que estar preparado. Haberse preparado. Y, cuando le llegó la oportunidad, a Carles Aleñá no le ha temblado el pulso. Se agarró a ella y ni siquiera la lesión más grave que ha sufrido en su carrera le desvió un milímetro de su objetivo. Tampoco ser invitado a vivir a caballo entre el Barça B y el primer equipo durante los primeros meses mermaron su moral. Determinación y voluntad. El talento viene de serie.

conquistar el camp nou

El canterano, el último de su especie en alcanzar el vestuario del primer equipo, deja atrás una montaña rusa de emociones y experiencias que le marcarán para siempre, sin las que no se habría hecho un hueco en la elite. Desde una rotura del tendón del bíceps femoral del muslo derecho, “mi peor recuerdo, pero se ha solucionado bien”, al “ascenso al primer equipo definitivo, me quedo sobre todo con eso”. Pero también un gol que podría ser el inicio de otra bonita historia entre pasado, presente y futuro de la cantera. “Otro recuerdo muy bonito fue mi primer gol en el Camp Nou”, ante el Villarreal, con asistencia de Leo Messi. El abrazo entre ambos es ya una de las imágenes de este 2018 cuyo gran regalo para el Barça ha sido la irrupción de Carles Aleñá.