El 1x1 de los jugadores del Barça recuperados para la causa

Piqué volvió a rendir a un gran nivel, Araujo fue capaz de lo mejor y de lo peor y Sergi Roberto evidenció que necesita ritmo de competición

Umtiti y Trincao, que también tuvieron minutos contra el Getafe, pasaron prácticamente desapercibidos

Ronald Koeman: "En un partido como hoy no hay que tener problemas al final"

El entrenador del Barcelona, Ronald Koeman, aseguró que el penalti concedido por Ronald Araujo en la segunda parte fue "una lástima" porque "no hay que tener problemas al final" en un partido como el que su equipo ganó este jueves al Getafe por 5-2. / EFE

Jordi Carné

Jordi Carné

Ronald Koeman sabe mejor que nadie que si el FC Barcelona quiere ganar el doblete tiene que luchar por la Liga Santander con el mayor número de efectivos posibles. El técnico neerlandés quiere a toda la plantilla concentrada en el objetivo, a todos los jugadores preparados para ayudar al equipo cuando sea necesario. Contra el Getafe, el entrenador azulgrana apostó por una alineación muy parecida a la que levantó la Copa del Rey el fin de semana pasado, con la única diferencia de Sergi Roberto en el sitio de Sergiño Dest, pero dio bastantes minutos a algunos futbolistas que, por lesión o por decisión técnica, no han tenido mucho protagonismo en las últimas semanas.

Sergi Roberto, sin ir más lejos, regresó a la titularidad dos meses y medio después. El cuarto capitán del Barça salió de inicio y disputó más de una hora, 64 minutos. Solvente a nivel defensivo, aunque precavido en la mayoría de las veces que se incorporó al ataque, demostró que tiene una capacidad asociativa que favorece el juego de posición culé. También resta profundidad al conjunto catalán, pues no es un carrilero con tanta vocación ofensiva como Dest. El de Reus, que reapareció en el clásico, va poniéndose a tono poco a poco: frente al Getafe entró en contacto con el balón 116 veces y completó 96 pases con un 84 por ciento de acierto. Perdió el esférico en 18 ocasiones, la mayoría de ellas lejos de la portería de Ter Stegen.

Piqué, por otro lado, volvió a formar parte del equipo inicial. Y a estar al gran nivel que exhibió en la final de la Copa del Rey. El central viene de una lesión complicada en la rodilla y medirá todos los esfuerzos hasta que se encuentre en perfectas condiciones. Koeman explicó en rueda de prensa que durante la semana ha necesitado recuperarse a su ritmo de la final de la Copa y que por este minuto solo lo hizo jugar la primera parte. En los 45 minutos que disputó, el ‘3’ estuvo impecable. Realizó cuatro despejes, tocó 75 balones y 69 de los 71 pases que intentó fueron buenos. El equipo lo necesita, sobre todo porque cuando no está en el césped no consigue tener una sensación de solidez absoluta. La segunda mitad del encuentro de este jueves evidenció esta realidad.

El encargado de sustituir a Piqué en el descanso fue Ronald Araujo. El uruguayo fue capaz de lo peor y de lo mejor en menos de una hora: cometió un inocente penalti que permitió al Getafe recortar distancias –y poner emoción a un encuentro que parecía sentenciado– y marcó un imponente gol de cabeza que frustró las aspiraciones madrileñas de llevarse algún punto del Camp Nou. Entre ambas acciones, no arriesgó nada en la salida de balón y no falló ningún pase (44/44). Categórico en el juego aéreo y fiable en la gran mayoría de los ataques visitantes, demostró una vez más que está es un central de garantías.

Umtiti y Trincao desaprovechan la oportunidad

Menos minutos tuvieron Samuel Umtiti y Francisco Trincao. El francés entró en el campo porque a Koeman no le gustó que Mingueza asumiera demasiados riesgos y realizara excursiones hacia campo contrario. Pasó prácticamente desapercibido, pues entró poco antes de que el Barça pusiera una marcha más y endosara una manita al Getafe. Acertó 15 de los 20 pases que intentó. Trincao gozó de casi media hora y volvió a desaprovechar la oportunidad. Sustituyó a Sergi Roberto en el carrilero derecho y estuvo poco contundente en la jugada que acabó con el penalti de Araujo a Enes Ünal. La aportación ofensiva del principal perjudicado del 3-5-2 fue prácticamente nula.