"Llévate a Messi; ni te lo pienses"

Hoy se cumplen 16 años del debut de Leo con el primer equipo

Messi debutó con la elástica del primer equipo en Oporto / FC Barcelona

David Salinas

David Salinas

A principios de 2001 Leo Messi inició la defensa de la camiseta del FC Barcelona. Tenía 13 años y 8 meses. Asomó en las filas del Infantil B de Xavi Llorens, que lo definió como “el pequeño Maradona”, y escaló hasta el Juvenil A. Se ganó, hoy hace 16 años, la oportunidad de debutar con el primer equipo y desde entonces su evolución ha sido tan espectacular como su rendimiento, sosteniendo ambos parámetros en niveles tan elevados como nunca vistos.

Messi, que por su condición de extranjero, no podía jugar, empezó a despuntar en los amistosos que se montaban entre semana y, ya entonces, se pudo apreciar que era un jugador distinto, de otro molde, de una estirpe singularísima. Sus primeras evoluciones fueron como media punta o extremo izquierdo. Debutó oficialmente en el campo del Amposta, en marzo de 2001. Y en campo azulgrana, una semana después, contra el Tortosa.

Elegido

Estaba tan claro que iba despuntar que cuando Frank Rijkaard preguntó a Pere Gratacós qué jugadores podía llevarse del filial al amistoso contra el Oporto, el técnico del Barça B le espetó: “Llévate a Leo. Ni te lo pienses”. Y eso que Messi entonces era jugador del Juvenil A. El técnico de los Países Bajos no tuvo ningún problema en convocar al argentino, al que hizo debutar el 16 de noviembre de 2003, hoy hace 16 años, en Portugal. Tenía 16 años, 4 meses y 24 días.

Fue su primera convocatoria con el primer equipo. Salió en el minuto 74 y 35 segundos por Fernando Navarro, lució media melena, el dorsal 14 en la camiseta de color chino y dejó muy buenas sensaciones.

La competición liguera 2003-04 se había detenido para dar protagonismo a las selecciones nacionales y el FC Barcelona, que venía de ganar 2-1 al Betis en el Camp Nou pagando un alto peaje por la lesión de Ronaldinho, aprovechó el parón para hacer el bolo, llenar la caja y mantener el ritmo de competición. Sin los internacionales, ni los jugadores del Barça B ni C, que tenían partido ese mismo día, el equipo de Rijkaard puso rumbo a Oporto con los futbolistas del primer equipo no convocados para los compromisos internacionales y varios elementos juveniles, entre ellos Messi.

Para Leo, entonces en edad cadete pero figura en el Juvenil A de Juan Carlos Pérez Rojo, la llamada del técnico holandés fue “inesperada, una sorpresa”. Fue su padre Jorge quien le dio la noticia después de recibir una llamada del entonces coordinador del fútbol base Josep Colomer. Con poco más de 16 años, la convocatoria del pequeño argentino era toda una señal y una declaración de intenciones del FC Barcelona, que tenía depositadas muchas esperanzas en Messi.

El Barça, con solo cinco jugadores con dorsal del primer equipo –MárquezGabriXaviLuis Enrique y Luis García– no firmó un buen partido, pero aguantó el tipo en el primer tiempo. En el segundo, un penalti por agarrón de Fernando Navarro a Derlei, abrió el camino del KO azulgrana. Poco después, un remate de cabeza de Hugo Almeida tras un centro de Maniche dejó el duelo casi imposible.

‘Baby Barça’

Fue entonces cuando Rijkaard empezó a sacar la pólvora del ‘baby Barça’ que tenía en el banquillo. Primero fue Jordi Gómez y cinco minutos después, Messi. Leo, en el tiempo que estuvo sobre el césped mostró descaro, astucia, regate y verticalidad. No habían transcurrido ni 60 segundos desde su ingreso cuando ya mordió el polvo tras un empujón de Pedro Mendes.

Después gozó de una gran ocasión ante Nuno, pero remató forzado, cayendo y marcado por Pedro Ribeiro. A falta de cuatro minutos para el final interceptó una cesión al portero, al que llegó a regatear pero no atinó en el pase a Oriol Riera. Y en el último minuto (90+5) hizo una pared con Gabri que sacó un defensa cuando el de Sallent iba a encarar a Nuno.

Messi, en poco más de veinte minutos, demostró que era un fuera de serie. Revolucionó al equipo y, además de las jugadas que llevaron su sello, se le vio por todo el campo, presionando, recuperando balones, bajando hasta la zona ancha y más allá de la divisoria. Y eso que había jugado el día anterior, sábado, el Barça-Granollers (8-1) de la División de Honor Juvenil. Se alineó, entre otros, junto al meta Guinard (que también viajó a Oporto), PiquéOriol Riera y Jordi Gómez. El argentino fue uno de los destacados del partido al firmar un hat-trick en la segunda parte.

Messi no volvería a aparecer por el primer equipo hasta la pretemporada 2004-05, en la que firmaría su primer gol el 20 de julio de 2004 en un Palamós-Barça (0-6). Fue entonces cuando empezó a acumular minutos, debutando oficialmente el 16 de octubre de ese año en el derbi de Montjuïc (0-1). A partir de ahí la historia ya es más conocida, como las cifras: 698 partidos oficiales, 612 goles, 237 asistencias y 34 títulos.