Rivalidades en familia en el Mundial de Francia

Los Valero, padre e hijo, han vivido momentos de euforia juntos, pero ahora son rivales

Los Valero, padre e hijo, han vivido momentos de euforia juntos, pero ahora son rivales / Ignasi Paredes

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

No es habitual que un padre y un hijo se enfrenten en una misma competición. Pero cosas del destino han hecho que en la selección española de balonmano no sea uno sino dos los jugadores que tienen a sus progenitores en banquillos rivales. Los internacionales españoles Valero Rivera Jr. y Alex Dujshebaev ven como sus respectivos padres, Valero Rivera y Talan Dujshebaev comandan las selecciones de Catar y Polonia respectivamente, equipos a los que se han enfrentado en el Torneo Internacional de Irún y ante los que se podrían medir en el Mundial de Francia.

Ninguno de los cuatro considera muy agradable medirse en familia: “Son sensaciones enfrentadas. Por un lado quiero que Valero juegue muy bien y por el otro tengo que hacer lo posible para que no juegue bien, así que no es nada agradable”, asegura el ex entrenador del Barça Valero Rivera que se ha medido en un amistoso y en la fase de grupos del Mundial de Catar a su hijo.

Por su parte, Talan y Álex ya se han enfrentado en varias ocasiones: “Al principio era algo especial, pero cada vez lo es menos y tiene ya más un sentido profesional que otra cosa”. Sus hijos lo ven parecido: “No me gusta nada”, asegura el extremo español, mientras que Álex explica que “Antes tenía más nervios, pero siempre hay un punto de tensión antes del partido que te hace estar más descentrado”.

El lateral añade que “es más ventajoso para mi padre que para mí que seamos rivales”, pero según Valero Jr. siempre ayuda: “Puede ser una ventaja porque conozco como funciona y sé lo que puede hacer”.

Cuando tienen que enfrentarse entre ellos “el día antes hablamos, pero no de balonmano. Hablamos de la vida”, asegura el seleccionador de Polonia. Valero Rivera desvela que con su hijo “hemos hablado, hablamos y hablaremos de cómo ha jugado, de cómo juega, de cómo le van las cosas”. Los cuatro reconocen que cuando se inicia el partido se acaba el rol familiar: “Yo solo pienso en lo que tengo que hacer para ganar”, dice Valero jr. “Nunca observo a mi padre si nos enfrentamos”, confiesa Álex.

LAS FAMILIAS, INDECISAS

El problema es para las familias, que tienen el corazón dividido: “Suelen ser imparciales, pero no siempre van a mi favor. Mi abuela sufre mucho”, dice entre risas Álex. Su compañero de selección señala que “en la familia hay de todo, pero no siempre quieren que gane”, dice también con humor.

Para Álex su padre “es uno de los mejores entrenadores del mundo. Los resultados le avalan”. A su vez Talan asegura sobre su hijo que “Álex está en el buen camino, debe seguir con la cabeza amueblada y con hambre y puede ser de lo mejor del mundo”. 

Valero Jr. reconoce que “me encanta cuando le he tenido de entrenador. Lo ha conseguido todo. Le ha ido muy bien siendo como es así que...”. El padre también elogia al hijo: “Esta en la selección, fue el mejor lateral izquierdo en el pasado Mundial, debe seguir así, exigiéndose como ha hecho siempre”, sentencia.