Ortega: "Nunca pensé que podría llegar a ser el entrenador del Barça"

El técnico Carlos Ortega, tras su exitoso debut en el banquillo azulgrana con victorias en la Liga ASOBAL y Liga de Campeones, confesó en una amplia carta en la web de la Federación Europea de Balonmano (EHF), que "nunca" pensó que "podría llegar a ser entrenador del Barça"

"Sinceramente, cuando era jugador del Barça nunca pensé que tendría la oportunidad de convertirme en el entrenador de este equipo", admitió.

Ortega recordó que en sus once años como jugador del primer equipo azulgrana formó "parte del mejor y más exitoso equipo de la historia del balonmano". "Creamos un legado en nuestro deporte y el deporte ha tenido el mismo efecto en mi vida, ya que para mí era absolutamente obvio que después de mis días de jugador me convertiría en entrenador", explicó

Dos personas marcaron su carácter como técnico. "Por supuesto, mi entrenador de toda la vida, Valero Rivera, me dejó una impresión duradera en mi vida; lo mismo ocurrió en Málaga ni primer equipo, con Juan Fernández como técnico", destacó Ortega.

"Aprendí muchas cosas de los dos, pero aún así, cada entrenador intenta elegir lo mejor de los demás y luego tener su propio estilo y filosofía en términos de táctica y mentalidad", señaló.

Empezó su carrera de entrenador en el BM Antequera en División de Honor Plata porque "Antequera" le recordaba "mucho a Málaga: un pequeño club, un pequeño pabellón íntimo siempre lleno de aficionados, un ambiente impresionante; simplemente un lugar donde se vivía y se respiraba balonmano".

"Durante los seis años que estuve allí, llevé al club a la liga Asobal en el segundo año y ese fue el catalizador de mi trayectoria por Europa, pasando por Veszprém, Kolding y Hannover-Burgdorf", comentó el técnico malagueño que intentó compaginar su trayectoria deportiva con su vida familiar.

"Moverse era, y no es, fácil cuando tienes una familia y cuatro hijos. Siempre nos movíamos juntos. Esta es la regla de oro de nuestra familia", aseveró.

"Esto significó que elegí mis clubes solo en las ciudades, donde mis hijos podrían aprender en escuelas internacionales. El bienestar de mi familia y la educación de mis hijos eran tan importantes como el club. Durante la última década, nuestro vínculo familiar se fortaleció cada año", enfatizó.

Para él, fichar con el Barça, "fue, por supuesto, algo muy especial, por volver al club" que le dio "tanto como jugador". "Es gran sensación estar de regreso. Fue genial ver a muchos de mis antiguos compañeros de la generación dorada todavía involucrados en el club, como Xavier O'Callaghan como director del departamento de balonmano, Enric Masip, que trabaja en estrecha colaboración con el presidente del club, o por supuesto, mi nuevo asistente y entrenador de porteros, Tomas Svensson", concretó.

Es consciente también de la responsabilidad que eso conlleva. "Cuando eres nombrado entrenador del Barça debes ganar todos los trofeos, especialmente la Liga de Campeones. Esta es mi presión y mi motivación. El principal objetivo de la temporada es llegar hasta Colonia y luego levantar el trofeo al final".

"El Barça -prosiguió- se encuentra en un estado de transición en estos momentos. Se fueron seis jugadores, incluido el legendario Raúl Entrerríos, que era como un brazo extendido del entrenador en la cancha".

"Puede que nuestra plantilla no sea tan profunda como la de nuestros rivales, pero somos los rivales a batir después de que el Barça ganase en junio la Liga de Campeones", recordó.

"Sé que con este equipo puedes ganar cualquier trofeo del mundo del balonmano. Pero también sé que este trabajo es un desafío extremo para mí. El Barça es el club más grande del mundo y conozco la presión que conlleva, pero puse esta presión sobre mis hombros cuando firmé este contrato", concluyó.