El Granollers se queda sin final

El Bidasoa Irún no pudo tener mejor reencuentro con la Copa ASOBAL y en su retorno a la competición, veintiún años después, logró la clasificación para la final, tras imponerse este sábado por 30-25 a un Granollers que se desplomó en el momento en el que no pudo conectar con el pivote Adrià Figueras.

Y es que poco o nada tuvo que ver el juego del conjunto vallesano en la segunda mitad con el académico balonmano que permitió al Granollers encontrar una y otra vez en la primera parte al pivote internacional español, que se marchó al descanso con ocho dianas. Cerrados todos los caminos hacia Figueras, que no recibió ni un sólo balón en toda la segunda mitad, el Fraikin Granollers se estrelló contra el muro defensivo de un Bidasoa cada vez más intenso en la retaguardia. Una circunstancia que obligó a los catalanes a tratar de resolver su ataque con precipitados lanzamientos lejanos en los que ni Álex Márquez ni Antonio García, que entró en el encuentro avanzada ya la segunda mitad, tuvieron su día.

El escenario propicio para que el Bidasoa Irún pudiera dar la vuelta a un tanteador en el que los de Jacobo Cuétara perdían por 15-18 a los cuatro minutos del segundo tiempo. Sustentado en su pétrea defensa y en los veloces contraataques de Iñaki Cavero, el equipo irundarra no sólo logró enjugar su desventaja, sino que rompió definitivamente el encuentro con un contundente parcial de 11-1 que dejó al Bidasoa con una renta de 7 goles (26-19) a menos de nueve minutos para el final.

El Bidasoa, dirigido con inteligencia por Jon Azkue, poco a poco se fue haciendo el dueño de la contienda y manejó con oficio su diferencia, como reflejó el 30-25 final.

El Bidasoa Irún, ganador del torneo en el ya lejano 1993, selló su pase a la final, en la que los de Jacobo Cuétara, segundos clasificados de la Liga ASOBAL, se medirán con el ganador de la semifinal que enfrentará (18:00) al Barcelona Lassa con el ABANCA Ademar de León.