La final ante el Aalborg fue muy especial para Palmarsson

Por una pléyade de circunstancias, la final de la Champions en la que el FC Barcelona pasó por encima del Aalborg Handbold (36-23) para conquistar la ansiada décima Champions League fue muy especial para Aron Palmarsson en su despedida como azulgrana.

El genio islandés removió cielo y tierra hasta que consiguió abandonar el Telekom Veszprém en el otoño de 2017 para cumplir su gran objetivo de fichar por el Barça levantar como azulgrana la tercera Champions de su carrera tras conseguir dos en sus inicios en la elite en las filas de un THW Kiel en el que hizo historia (2010 y 2012).

Sin embargo, esta gran meta que se fijó el nórdico se fue dilatando hasta hacerse realidad el último día. En su primer intento en la temporada 2017-18, el Barça cayó ante el Montpellier en cuartos después de tener la remontada casi conseguida, en la campaña siguiente vio cómo se perdía la semifinal frente al Vardar con un golazo de Cindric en el último segundo cuando parecía ganada en el descanso.

Y en su penúltimo intento, el pasado mes de diciembre precisamente su exequipo, los ‘Zebras’, derrotaron a los barcelonistas en la final por 33-28 en una derrota que a buen seguro ha acabado precipitando la salida de Xavi Pascual y de David Barrufet pese al sensacional trabajo realizado.

Pese a que su renovación parecía ir por buen camino y el propio jugador confesó a SPORT allá por el mes de diciembre que lo normal sería llegar a un acuerdo, finalmente las restricciones económicas que imperan a partir de ahora en el club y la decisión de los nuevos rectores la frenaron hasta el punto de que el pasado 20 de abril el Aalborg Handbold danés anunció el fichaje de Palmarsson para las próximas tres temporadas con un importante aumento salarial.

El islandés entendió así que tan solo le quedaba una última oportunidad para cumplir su sueño, pero la inoportuna lesión en el gemelo derecho que sufrió el 21 de mayo contra el Ademar lo había mantenido fuera de combate hasta la Final Four.

Aron Palmarsson ha trabajado sin descanso desde entonces para recuperase y, aunque no se vistió en ‘semis’, fue la gran novedad en la convocatoria para la final. 

Finalmente no jugó y estuvo todo el partido en el banquillo sin ni siquiera despojarse de la camiseta de entrenamiento, pero vivió con la ilusión de un niño su tercera Champions pese a tener enfrente a sus nuevos compañeros del Aalborg. Seguro que el técnico Stefan Madsen perdonará la ‘osadía’ de su nueva estrella.