España no puede superar sus numerosas bajas ante Hungría

Entrerríos lanza a portería en el partido ante Hungría

Entrerríos lanza a portería en el partido ante Hungría / EFE

Sport.es

La selección española de balonmano saldó con una clara derrota, más en el juego que en el marcador, su retorno a la competición, tras caer este miércoles por 32-29 ante Hungría en la primera jornada de la 'EHF Euro Cup'.

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EHF EURO CUP

32
29
Alineaciones
HUNGRIA, 32
(17+15)Mikler; Tóth (2), Mathe (5, 1p), Ligetvári (-), Rosta (7), Bodo (-) y Bóka (5) -equipo inicial- Székely (ps), Vajda (1), Leimeter (-), Hanusz (4), Kovacsics (-), Ilic (-), Bujdosó (2), Szita (4) y Szücs (2)
ESPAÑA, 29
(13+16): Pérez de Vargas; Aleix Gómez (1), Maqueda (4), Tarrafeta (2), Cañellas (1), Jaime Fernández (3) y Marchán (5) -equipo inicial- Sergey Hernández (ps), Raúl Entrerríos (3), Figueras (2), Morros (-), Serradilla (1), Izquierdo (2) y Odriozola (5, 1p)

Condicionado por las numerosas bajas, que le impidieron completar, incluso, la convocatoria, el conjunto español nunca pudo discutir la victoria a una selección magiar que se mostró superior en todo momento a los “Hispanos”.

Falto de piezas claves y sin apenas tiempo para trabajar con los jugadores convocados por las bajas de última hora, el conjunto español careció, especialmente en defensa, de los automatismos necesarios para contener a Hungría.

Problemas en defensa

Hasta dos parejas distintas de defensores centrales se vio obligado a probar en apenas quince minutos el seleccionador español, que desesperado por la falta de solidez defensiva de los “Hispanos” tuvo que apostar por una defensa abierta.

Pero ni con el 6-0 ni con el 5-1 logró la selección española logró controlar el juego ofensivo de Hungría, que encontró una y otra vez en la conexión con el pivote un camino infalible para lograr el gol.

Tal y como confirmaron los siete goles que anotaron en la primera parte los pivotes magiares, entre los que destacó Miklos Rosta, que cerró el primer tiempo con cuatro dianas.

Sin paciencia en ataque

Pero los problemas de España, vigente campeona de la competición, no se limitaron exclusivamente a la defensa, ya que en ataque los de Jordi Ribera carecieron de la paciencia para elaborar el juego combinativo que les caracteriza.

Y cuando lo lograron, siempre se toparon con el inspirado portero Roland Mikler, que con sus intervenciones acabó por descolgar (17-10) al equipo español en el marcador.

Una desventaja de siete goles que obligó a pedir con urgencia un nuevo tiempo muerto a un Jordi Ribera, que no sólo temía ya por la derrota, sino por la posibilidad de que España sufriera un doloroso correctivo.

Parón que pareció hacer reaccionar definitivamente a los jugadores españoles, que en los últimos cinco minutos del primer tiempo pudieron, por fin, dotar de la solidez necesaria a la defensa para frenar el festival magiar.

Reducen la distancia

De hecho, tras el tiempo muerto solicitado por Ribera, el conjunto español no volvió a conceder ni un solo gol, lo que posibilitó que los “Hispanos” redujesen a cuatro tantos (17-13) su desventaja en el tanteador.

Todo un “Everest”, dado el rendimiento del equipo español, pero al menos, algo a lo que poder aferrarse para afrontar la segunda mitad. Pero ni la renovada fe del conjunto español en sus capacidades defensivas, que llegó a reducir, ayudado por la exclusiones del equipo local, su desventaja a tan sólo dos tantos (19-17), sirvió para contener al pivote Miklos Rosta.

El jugador del Szeged siguió castigando cada mínimo desajuste defensivo del conjunto español con sus goles, una tarea a la que también se sumó el central Egon Hanusz, que no pudo tener un debut más brillante con la selección magiar.

Hungría se va en el marcador

De la mano de Rosta y Hanusz, el equipo magiar, este miércoles dirigido por el exinternacional español Chema Rodríguez, que sustituyó al titular Istvan Gulyas, ausente por coronavirus, volvió a dispararse (23-18) en el marcador.

Un claro marcador que no aplacó a los locales, que beneficiados por las exclusiones casi consecutivas de Cañellas, Viran Morros y Jaime Fernández, volvió a situarse con la renta de siete goles (28-21) de la que ya gozó en la primera mitad.

Diferencia que convirtió prácticamente en un trámite los últimos doce minutos de un partido, que Jordi Ribera empleó para foguear a los debutantes en el equipo español.

Debutantes entre los que destacó el pivote del Ademar de León Rubén Marchán, autor de cinco dianas, y uno de los pocos internacionales españoles que pudieron superar al inconmensurable Roland Mikler, que con sus paradas acabó de sentenciar a un equipo español, que apeló al orgullo en los minutos finales para maquillar el marcador (32-29) final