Solo cuatro casos para resolver en el mercado estival del Barça

La pandemia del coronavirus, además de los efectos directos a nivel sanitario, ha paralizado la economía mundial. Se aventura una crisis -veremos cuál es su alcance- a todos los niveles. Y el deporte, en este caso el basket, no es una excepción. Las pérdidas hacen prever medidas de contención drásticas que van  a afectar a las económías de los clubs. De momento, el Barça encara un ERTE para lograr una viabilidad de futuro cuando todo esto pase.

Es evidente que el próximo verano estará marcado por la  austeridad. Y a buen seguro, los grandes fichajes y por ende los grandes desembolsos economicos en el balonceto europeo estarán fuera de cuadro. En este escenario el Barça podrá planificar con tranquilidad los movimientos sin tener que hacer ‘borrón y cuenta nueva' como en otros ejercicios. La evidencia está ahí: de los quince jugadores séniors a las órdenes de  Svetislav Pesic  once tienen contrato en vigor para la próxima campaña.

La situación

Entremos en detalles. Hay cuatro jugadores que ya venían de contratos anteriores y que seguirán en vigor. Son los casos de Pierre  Oriola (2021), Pau Ribas (2021), Artem Pustovyi (2021) y Rolands Smits (2022). Este pasado verano algunos de los que finalizaban su vínculo firmaron ampliaciones de su relación contractual: Víctor Claver (renovó hasta 2022), Adam Hanga ( hasta 2021 con  opción por una temporada más), lo mismo que hizo Thomas Heurtel (dos temporadas con opción a otra más). 

A estas confirmación en el roster  se les unió el técnico Svetislav Pesic -que había llegado en febrero de 2018 para reconducir la deriva de la nave azulgrana- y que rubricó su vínculo hasta 2021.

Tras constatar la continuidad de nombres propios importantes  del elenco llegaron los fichajes: Álex Abrines (firmó hasta 2021 con opción a una temporada más), Brandon Davies (2021), Cory Higgins (2022) y Nikola Mirotic, el gran golpe del mercado europeo, que se comprometió con la entidad azulgrana hasta 2022 con opción, además, por una campaña más.

La quinta incorporación del mercado estival fue un movimiento más tardio: Malcolm Delaney..La decisión de su fichaje (que se produjo el 12 de septiembre) vino dada por la grave lesión sufrida un mes antes por Heurtel (cinco meses de baja). En este caso, Delaney se comprometió por una temporada con el Barça, aunque con opción por otra más. Un a opción que es doble: por parte del jugador y del club.

Por último restan tres nombres propios cuyo futuro sí está por resolver ya que finalizan contrato el próximo 30 de junio y quedan libres. Ante Tomic -primer capitán del Barça- que llegó al club en 2012, Kyle Kuric que desembarcó en el Palau en 2018 al igual que Kevin Pang os, que hasta el cierre de las competiciones por el coronavirus aún estaba inédito en lo que llevábamos de ejercicio por una lesión en el pie. 

Son cuatro casos que, evidentemente, a día de hoy están parados. En el te,a de Delaney el ‘feeling’ entre ambas partes podría no acabar siendo el mejor. Recordemos que el base, pese al confinamiento que vivía la plantilla, decidió solicitar su pasaporte al club y volver a Estados Unidos junto a su familia. Sobre la mesa -no es definitivo- está la opción de que el club -pese a comprender los motivos personales del base de Baltimore para hacer lo que hizo- decidiera incoarle un expediente disciplinario. Pero eso es harina de otro costal. En el Barça, como en todos los clubs y el resto de la sociedad, rezan para que la crisis sanitaria acabe más pronto que tarde.

El joven Bolmaro mira hacia la NBA

Leandro Bolmaro ha decidido probar suerte en la NBA de cara a la próxima temporada. O al menos, comprobar si levanta el interés de alguna franquicia, que ya lo ha estado siguiendo en los últimos meses y decide elegirlo en una buena posición.

El argentino, de 19 años, tiene previsto presentarse al draft, previsto para el 25 de junio en Brooklyn, al igual que hizo la pasada temporada, aunque finalmente decidió borrarse. Para que siga adelante en el proceso –para jugadores menores de 22 años-, debe conseguir un buen contrato. El jugador azulgrana, que había vuelto al Barça B  tras su poco protagonismo en el primer equipo, tiene contrato hasta el 2021 y en caso de querer romperlo, debería abonar 900.000 euros. Veremos lo que sucede.