Las seis Supercopas del Barça

El FC Barcelona afronta esta Supercopa Endesa con el triple objetivo de lograr su séptimo entorchado para alcanzar al Real Madrid al frente del palmarés, romper una sequía en este torneo desde 2015 y, de paso, recuperar las buenas sensaciones tras el mal partido ante el BAXI Manresa en la final de la Lliga Catalana.

Sarunas Jasikevicius recupera para esta cita tinerfeña al capitán Pierre Oriola, pero seguirá sin poder contar con el turco Sertaç Sanli por la fisura en el dedo gordo del pie izquierdo que se produjo antes de la Lliga Catalana y su lugar lo ocupará el joven Ibou Badji.

Pero... echemos un vistazo a esos seis títulos azulgranas en una Supercopa que disputó su primera edición en 1984 y que tras cuatro ediciones enfrentando a los campeones de la Liga y de la Copa del Rey, murió hasta que la ACB la recuperó en 2004 para convertirla en el espectáculo que es actualmente.

1987

El Barça de la primera etapa de Aíto García Reneses había ganado los dos títulos domésticos en la temporada 1986-87, por lo que disputó la Supercopa en el Municipal de Vigo ante el subcampeón de ambos, el Joventut.

Era un superequipo con los Juan Antonio San Epifanio, Nacho Solozabal, el desaparecido 'Chicho' Sibilio o Eugene McDowell cuyo único lunar histórico fue esa Copa de Europa que se resistió siempre a un técnico madrileño que disfruta ahora de un año sabático a sus 73 años tras dirigir con éxito al ALBA Berlín.

En un sensacional encuentro y pese a lo apretado del 91-88, el cuadro blaugrana mandó desde que el expresidente verdinegro Jordi Villacampa adelantó a los suyos (50-51) en un partidazo de Epi con 24 puntos, secundado por los 16 de Jiménez y de un Steve Trumbo que también atrapó diez rebotes. En la Penya, 20 puntos para Villacampa y para Reginald Johnson.

La temporada 2004/05 empezó muy 'caliente' en el seno del FC Barcelona, ya que Svetislav Pesic (ganador de la primera Euroliga del club en 2003) renunció a pocas semanas de iniciar la temporada por el entonces mánager de las secciones Valero Rivera y el club decidió confiar como ya había hecho en ocasiones anteriores en un 'hombre de la casa', Joan Montes.

Y pese a que el técnico catalán acabó renunciando de común acuerdo con la entidad en febrero de 2005, lo cierto es que el cuadro azulgrana reinó en 2004 en el regreso de la Supercopa después de 17 largos años de ausencia en un emocionantísimo clásico que se disputó en Málaga (76-75).

La historia de la última jugada de la final la recordarán los aficionados veteranos. El Madrid ganaba por 74-75 y sacaba de banda a 11 segundos del final de una prórroga que había forzado milagrosamente Juan Carlos Navarro cuando Louis Bullock se dejó robar la cartera por Dejan Bodiroga y uno de los mejores jugadores de la historia de la sección anotó para dar el título al Barça. 

El 'MVP' Bodiroga anotó 21 puntos y el italiano Gregor Fucka hizo 16 por los 18 de un Bullock marcado por ese grave error en la última jugada. Antes, los blaugranas habían derrotado con autoridad al anfitrión Unicaja por 62-70 y los blancos habían sufrido hasta el último segundo para imponerse al Baskonia por el mismo resultado por el que perdieron la final (75-76).

2009

Cinco años después, el Barça conquistó en Las Palmas de Gran Canaria su tercera Supercopa, a la que llegaba como flamante campeón liguero a las órdenes del actual técnico del Zenit, Xavi Pascual (la liga había sido para aquel mítico Baskonia de los Prigioni, Splitter, Teletovic, Rakocevic y compañía).

Todo parecía encaminado hacia un clásico en la final y las semifinales se desarrollaron sin sorpresas y sin apenas emoción. Los azulgranas vencieron al anfitrión Herbalife Gran Canaria por 51-74 en un partidazo de un Ricky Rubio convertido ahora en gran estrella y de Boniface Ndong (+16) y los blancos pasaron por encima del Baskonia (62-87 con un humillante 25-48 al descanso).

Y también fue una final para recordar, ya que el Madrid fue mandando casi todo el partido hasta que el Barça enjugó una desventaja de 11 puntos en una exhibición de Navarro para empatar a dos minutos del final (82-82). Ahí, un 'canastón' y un robo de Erazem Lorbek para que destrozase el aro Pete Mickeal convirtieron a los catalanes en tricampeones (86-82).

Con 22 puntos (5/7 en triples), cuatro rebotes y cinco asistencias, el actual mánager de la sección lideró a los blaugranas secundado por los 12 puntos y siete rebotes de Lorbek y el '12+6' de Terence Morris. En el bando rival el mejor de largo fue el actual presidente de la Federación Española, un Jorge Garbajosa 'post NBA' que se fue a los 17 puntos (1/3 en triples).

2010

Eran los mejores años del Barça en lo que va de siglo y quizá en toda la historia, con un equipo que jugaba de memoria dirigido por Xavi Pascual que acababa de conquistar su segunda Euroliga en aquella final de París en la que reinó Juan Carlos Navarro y recordada por la llegada a las sillas de pista de Carles Puyol, Gerard Piqué, Xavi Hernández, Sergio Busquets y Bojan Krkic con el partido empezado.

Y lo que sucedió en esa Supercopa de 2010 en el Buesa Arena vitoriano ha pasado a los anales de la competición muy posiblemente como la mayor exhibición realizada por un equipo en el global de los dos encuentros desde que el formato cambió al recuperar la competición a finales del verano de 2004.

Las semifinales fueron alucinantes. Los azulgranas pasaron por encima del peor Real Madrid de las dos últimas décadas (89-55 con 31-8 en el tercer cuarto) con 16 puntos de Morris por el '15+5' de Tucker por parte madridista. En la otra semifinal el Valencia Basket se preparaba para lo que se le vendría encima tras vencer al Baskonia por 66-67 con 18 puntos del ucraniano Lishchuk.

Tampoco hubo demasiada historia en una final que los de Xavi Pascual ya dominaban por 40-29 al descanso y que acabaron ganando por 83-63 con 22 puntos de Navarro y ocho rebotes de Morris. Y aún faltaba la tercera consecutiva de esa gloriosa era barcelonista.

2011

Pese a la enorme decepción que supuso caer en cuartos de la Euroliga 2010-11 ante un inferior Panathinaikos en el que militaba el ahora azulgrana Nick Calathes por 1-3 con tres derrotas seguidas, el FC Barcelona había logrado el 'doblete' con la Liga Endesa y la Copa del Rey.

En semifinales, las cosas no marcharon bien ante el Real Madrid hasta que un parcial de 22-12 en el último cuarto dio la victoria a los de Xavi Pascual por 74-70 con 13 puntos del incombustible Marcelinho Huertas (disputará esta Supercopa con 39 años en el Lenovo Tenerife), mientras que el Baskonia se llevó el duelo vasco ante el anfitrión Bilbao Basket por 88-93 con 23 puntos del exazulgrana Brad Oleson.

La final estuvo muy igualada también hasta el último cuarto, al que los baskonistas llegaron con una renta mínima (59-58)... hasta que apareció Navarro. El actual mánager deportivo del baloncesto barcelonista acabó con 24 puntos para liderar una gran recta final de un cuadro azulgrana que se impuso por 73-82 para erigirse en pentacampeón. No deben olvidarse tampoco los 10 rebotes de Boniface Ndong, un jugador que también dejó huella.

2015

Los tortuosos años de la sección entre 2011 y la actualidad han supuesto que el equipo deje de ser el dominador absoluto de la Supercopa y que, con un solo título en 10 años, haya visto cómo lo supera por uno un Real Madrid que suma seis en la 'era Pablo Laso', los tres últimos de manera consecutiva.

Al menos, en la última temporada de Xavi Pascual en el banquillo se vivió la sexta Supercopa en azul y grana. Fue en el Martín Carpena y un Barça que no había ganado nada en el curso pasado arrasó en 'semis' al Herbalife Gran Canaria con 16 puntos de Marcus Eriksson (60-88).

Y en el otro encuentro el anfitrión Unicaja protagonizó la gran sorpresa al 'cargarse' por 94-79 a un Real Madrid que venía de hacer historia con un sensacional triplete al estilo del logrado por el Barça de Pesic en 2003 (Euroliga, Liga Endesa y Copa del Rey).

En la final, el FC Barcelona impuso su ley a la ilusión de Unicaja a base de defensa (62-80) con un magistral Pau Ribas (15 puntos), 13 del griego Perperoglou, 10 del veterano portorriqueño Carlos Arroyo y ocho rebotes de un Shane Lawal cuyo paso por el Palau fue efímero por culpa de una gravísima lesión de rodilla.