La metamorfosis del Barça Lassa

El Barça Lassa está creciendo como equipo

El Barça Lassa está creciendo como equipo / EFE

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

Tras tres temporadas de travesía por el desierto, el Barça Lassa –coincidiendo con la llegada de Svetislav Pesic– ha recuperado el orgullo  y la convicción de que está en el buen camino para ilusionar a la afición del Palau. De momento, en las dos últimas Copas del Rey han sido capaces de acabar con la tiranía del Madrid enviando un mensaje a todos: el Barça ha vuelto. El título logrado en ‘terriotrio enemigo’ es la mejor muestra de ello.

, 1-Ambición y mentalidad ganadora hasta el final

Desde el minuto uno en que volvió al club, Pesic no ha parado de transmitir a sus jugadores la ambición y la mentalidad ganadora que había perdido la sección a nivel deportivo en los últimos años.

La última muestra de ello fue la final ante el Madrid en el que el equipo, en territorio hostil y ante el anfitrión,  supo remontar una desventaja de 17 puntos cuando su papel parecía encaminado a convertirse en el convidado de piedra al festejo del título madridista. Se puede jugar mejor o peor pero nunca se bajan los brazos. Ese es un lema no escrito que está grabado a fuego en el ADN de este colectivo.

2-Implicación de todos sea cual sea su rol

Por encima de egos personales, algo común en una plantilla de primera línea competitiva, se ha consegudo que los trece jugadores que forman parte del elenco sean partícipes del proyecto sea cuál sea su rol.a nivel de minutos.

Pesic, en los partidos importantes, suele realizar  rotaciones cortas. Pero todos los jugadores saben que han de estar preparados para asumir protagonismo en un determinado momento. Bregado en mil batallas Pesic sabe combinar su conocida exigencia con  una mano izquierda para conseguir que sus pupilos se sientan con protagonismo y no meras piezas de un engranaje.

3-Todo fluye a partir de la defensa y el rebote

Los jugadores del Barça Lassa saben que la filosofía de su técnico es muy clara a nivel de conceptos de juego. Todo fluye a partir de la intensidad defensiva y de ser sólido y estar concentrados a la hora de rebotear.  Rigor ante todo es la expresión que más cuadraría. De momento, el Barça es la segunda mejor defensa tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga. En cuanto al aspecto reboteador vale lo que ha dicho Pesic en repetidas ocasiones: “Si no controlas el rebote no puedes producir puntos y dejas de controlar tu destino en el partido”.

4-Solidaridad en la faceta ofensiva

Quizás este Barça no tiene una estrella rutilante que aglutine el poder ofensivo del equipo (léase por ejemplo como lo que sucede con De Colo en el CSKA) pero este Barça opone a esta individualidad un equilibrio ofensivo a la hora de sumar por parte de todos los integrantes del colectivo. Cierto es que Thomas Heurtel ha sido el MVP de las dos últimas Copas del Rey. Pero a partir de él, como se demostró en esta Copa este Barça es capaz de encontrar diversas vías de producción a nivel de puntos.

De hecho hasta seis jugadores acreditan una media cercana a los diez puntos tanto por fuera como en la pintura en la que Tomic ha asumido en toda la extensión de la palabra los galones de capitán que se le otorgaron el pasado verano.  

Pero también es importante Séraphin, o un Claver que ha salido de la atonía ofensiva, Singleton, Kuric, Pangos etc. Como sucede a la hora de repartir minutos todos deben ser capaces de  asumir responsabilidades ofensivas. Ni un paso atrás en defensa y ni una duda en ataque. A partir de ahí, la máquina se va engrasando sola.

5-Fchajes con capacidad rápida de adaptación

Cuando el pasado verano se confirmó la continuidad de Pesic por una temporada más, tanto el técnico como los responsables de la sección tuvieron clara una cosa: a la hora de fichar se apostaría por jugadores solventes que supieran a que club vinieran y que escenario competitivo les esperaría. 

Llegaron seis caras nuevas. De ellas cinco habían pasado por la Liga Endesa (Pangos, Blazic, Smits, Kuric y Pustovyi). El sexto no había estado en ACB pero conocía perfectamente la Euroliga (Singleton) tras su paso por el Lokomotiv Kuban y el Panathinaikos.

Esa apuesta era una garantía de que, con el lógico proceso de por medio tanto de adaptación al nuevo técnico y al equipo., podrían acabar sumando para la causa. Los experimentos con gaseosa (léase Phil Pressey) quedaron atrás. Ahora se cuenta con la experiencia de los que ya estaban más la iinclusión de los que llegaron. Y poco a poco el bloque ha ido hacia arriba paso a paso.