Kukoc siempre privó al Barça de su sueño europeo

El nombre de Kukoc irá siempre unido a tres de los fracasos azulgranas por lograr la Copa de Europa

El Winterthur FC Barcelona conserva en la memoria algunos momentos amargos en su lucha por la Copa de Europa. Los azulgrana, en busca de su primer gran cetro europeo, se cruzó también por desgracia con el jugador europeo más determinante a finales de los 80 y principios de los 90. El conjunto azulgrana, quizá en ese momento el mejor de Europa, no supo frenar a la joven estrella croata en tres enfrentamientos sucesivos en busca de la preciada Copa de Europa.

La temporada 88-89 empezó a forjar la leyenda de la Jugoplastika al lograr su primer título europeo ante el Maccabi, en Múnich. En las semifinales, dejó en la cuneta al Barça (87-77), que hacía su primera aparición en el formato de Final Four. Kukoc marcó la diferencia con 24 puntos para los croatas.

Al año siguiente, nueva intentona blaugrana, esta vez en el Pabellón Príncipe Felipe, de Zaragoza. Parecía que todo estaba del lado blaugrana, ya que incluso, el técnico rival, Boza Maljkovic, ya se había comprometido con el Barça. Pero ni por esas. En la gran final, el conjunto de Aíto sucumbió por cinco puntos (72-67), de nuevo con Toni Kukoc, como estrella de la Jugoplastika, anotando 20 puntos. La segunda consecutiva en la frente para los Epi, Solozábal, Jiménez, Norris y compañía.

Pero dicen que no hay dos sin tres... que llegó al año siguiente. Esta vez, con el técnico que llevó al equipo de Kukoc a dos títulos consecutivos, tampoco estuvo la suerte del lado azulgrana.

En la finalísima de París, los croatas, ahora denominados Pop'84, volvieron a dar cuenta del Barça, convirtiéndose en la 'bestia negra' blaugrana en su intento por ganar el título. Kukoc estuvo esta vez discreto (8 puntos) pero el que remató al Barça, casualidades de la vida, fue el actual director deportivo, Zoran Savic, con 27 puntos.

Estuvo a punto de ser blaugrana

Toni Kukoc estuvo muy cerca del FC Barcelona, pero no acabó de concretarse una operación que hubiera llevado al Barça a contar con el jugador europeo más determinante del momento.

El todavía joven alero croata, que ya había ganado todo con la Jugoplastika y con la selección yugoslava, atendió los cantos de sirena del club blaugrana y llegó a firmar con su representante un documento de intenciones para comprometerse con el Barça tras su salida de Split.

Aunque la operación, no acabó de cuajar, entre otras cosas porque el Benetton Treviso, aprovechando las dudas en la dirección técnica blaugrana a cargo de Aíto García Reneses, puso sobre la mesa un contrato millonario que el jugador no pudo rechazar.

Con los italianos ganó la Lega y fue subcampeón de Copa en su primera temporada (91-92) mientras lograba la plata olímpica en Barcelona'92 ante el Dream Team. En su segundo año en el Benetton, ganó la Copa italiana, fue subcampeón de la Lega y se quedó a las puertas de su cuarto título europeo, que ganó el Limoges, con Maljkovic en el banquillo.