El Joventut se quedó muy cerca del ‘milagro’

Los verdinegros recuperaron 23 puntos en contra (32-55) pero no pudieron ganar el partido (78-84)

Un Ferran Bassas espectacular, con 26 puntos (7 de 9 en triples), a punto estuvo de forzar el tercer partido ante la Virtus

Ribas, en una acción del partido en el Olímpic de Badalona

Ribas, en una acción del partido en el Olímpic de Badalona / JOVENTUT

Ramon Palomar

Ramon Palomar

El Joventut, gracias a un Ferran Bassas desatado (26 puntos con siete triples) se quedó muy cerca de forzar el tercer partido ante la Virtus Bolonia, pero la milagrosa remontada de 23 puntos en contra (32-55) no pudo culminarla con la victoria, que acabó del lado italiano (78-84) para sentenciar la eliminatoria de cuartos.

La Penya necesitaba una buena puesta en escena ante el Virtus, pero ocurrió todo lo contrario. Los verdinegros empezaron temerosos, con muchas dudas y lo aprovechó el equipo italiano para empezar mandando (10-14).

Sin acierto en el tiro exterior (0 de 5 en triples) y con muchos balones perdidos (8), el Joventut fue a remolque del conjunto de Djordjevic, que empezó mucho mejor, y con control total del primer cuarto (14-19).

La Penya, a remolque

El duelo no cambió de signo para la Penya, que no conseguía dar ritmo al partido, y si lo hacían los italianos, que abrieron pronto una brecha de 10 puntos (21-31). La tercera falta de Tomic complicaba las cosas para el Joventut, y lo empeoraba la lesión de López-Arostegui.

Las cosas fueron a peor. Virtus se fue de 14 (21-35) y el Joventut, al fin, dio las primeras muestras de reacción con triple de Parra (7-0) para acercarse a siete (28-35). Aunque fue un pequeño espejismo, porque volvieron los errores locales, permitiendo al Virtus volver a abrir hueco con comodidad con puntos de Weems, el más acertado(28-43).

Un triple de Bassas permitía acortar distancias al descanso, aunque todavía con un marcador muy desfavorable (31-43). La Penya estaba obligada a reaccionar si quería tener alguna opción de jugar el tercer partido.

23 puntos abajo

En la reanudación, el Joventut vivió sus peores minutos. Sin ideas en ataque, y con fáciles acciones ofensivas del Virtus, un parcial de 1-12, dejaba las diferencias en nada menos que 23 puntos (32-55).

Todo parecía perdido, pero apareció Ferran Bassas con cuatro triples consecutivos, que unidos a los de Parra y Dawson, permitían cambiar totalmente la dinámica y acabar el cuarto a solo 10 puntos (54-64). La remontada aún era posible.

Y la Penya, que recuperó la fe, se lanzó a por ella. Con un Bassas, desatado, logró empatar el duelo a 69 (4:43). Un parcial de 37-14. Increíble.

Llegó incluso a saborear su primera ventaja del partido con triple de Ventura (72-71), pero ese ‘momentum’ no pudo trasladarlo a la victoria final, que ponía punto y final a su aventura en la Eurocopa (78-84). Al menos, un adiós con buen sabor de boca