Hayes: "Saras fue un plus en mi decisión"

Nacido a las afueras de Columbus en la pequeña Westerville (40.000 habitantes), Nigel Hayes afronta en el Barça el gran reto de su carrera a los 26 años (cumplirá 27 en diciembre) tras probar suerte sin éxito en tres equipos de la NBA, iniciar su aventura europea en el Galatasaray (2018-19) y destacar las dos últimas temporadas en el Zalgiris. 

En la primera de ellas, la 2019-20, jugó a las órdenes de un Saras que ha sido muy importante a la hora de su fichaje por el Barça. El estadounidense atendió a SPORT y se mostró tan cercano como firme a escasas horas de luchar por su primer título como azulgrana después de perder la final de la Lliga Catalana ante el BAXI Manresa.

Y es que el Barça disputa este fin de semana una excitante Supercopa Endesa con el Valencia Basket como rival en las semifinales de este sábado (19.00 h., una hora menos en la sede del torneo) en el pistoletazo de salida a una temporada doméstica en la que defenderá sus títulos de la Copa del Rey y de la Liga Endesa.

¿Cómo se encuentra en el Barça?

Muy bien. Feliz por estar en uno de los mejores clubs del mundo con aficionados en los cinco continentes, así que estoy feliz por estar aquí y también en una ciudad maravillosa como Barcelona.

Usted quería probar otra vez en la NBA y acabó en el Barça. ¿Cómo se gestó su fichaje?

No sé, yo es verdad que estaba en mi país mirando opciones de NBA cuando el Barça se interesó en mi situación. Hablé con mi agente, reinicié mi mente y... aquí estamos.

¿Por qué se decidió a venir?

Ya te digo que es uno de los mejores destinos posibles, un club que opta siempre a ganarlo todo. Me lo tomo como una gran oportunidad para seguir mejorando y para demostrar mi nivel.

¿Qué importancia tuvo Jasikevicius en su fichaje?

Saras es un entrenador fantástico y sé que me va ayudar como ya lo hizo en Kaunas. Desde el principio me ilusionaba venir a Barcelona y sí, podríamos decir que ha sido un plus en mi decisión.

Además de al cuerpo técnico, también conoce a Brandon Davies y a Jokubaitis...

Claro. Y es algo que me está ayudando mucho en mi adaptación, porque también conozco los sistemas de Saras. Llegas a un sitio completamente nuevo y es muy importante todo lo que te rodea. Todavía estoy aprendiendo las jugadas en las dos posiciones, pero todo va muy bien, de verdad.

¿Es usted un ‘3’ o un ‘4’? ¿O eso son cosas de baloncesto antiguo, como se dice ahora?

(Sonríe). Yo no soy ningún número, yo lo que soy es un jugador de baloncesto. Creo que es la mejor respuesta. En el baloncesto moderno las posiciones concretas no son tan importantes como tu capacidad para tirar y para defender.

¿Qué es lo que más le gusta hacer en la pista?

Lo más importante de todo es que me gusta ganar, que es la meta común de todos. Trato de jugar con inteligencia, me gusta aportar cosas positivas en ataque y en defensa, tirar, jugar en el poste medio, defender. Cuantas más cosas diferentes sepas hacer bien en beneficio del equipo, pues mejor para todos.

Saras es muy exigente y valora mucho ese tipo de jugadores versátiles, que defienden y que tienen un gran porcentaje en triples...

Él se encarga personalmente de que todos entiendan que la prioridad es la defensa. Más que tener un grandísimo porcentaje él valora que seas capaz de interpretar las jugadas para contribuir al máximo en ataque. Es un compendio de todo y de saber poner todas tus virtudes siempre en función de las necesidades del equipo.

¿Percibe que el nivel es mayor aquí que en Kaunas?

Mmm... estoy tan centrado en mí, en mejorar y en adaptarme cuanto antes que no me he fijado demasiado en eso. Se dice que se juega como se entrena y yo solo pienso en entrenar mejor cada día, en conectar con mis compañeros y jugar con energía. Ser yo mismo, vamos.

Usted se ha enfrentado varias veces a Mirotic. ¿Qué supone tenerlo como compañero?

Es estupendo. Siempre me ha gustado mucho verlo jugar. Es capaz de hacerlo casi todo bien y tiene un talento increíble. Siempre que me han preguntado por el mejor jugador de Europa he pensado en él. Otro ejemplo sería Calathes. Siempre estoy pensando dónde y cómo será capaz de pasarme la pelota. Es superinteligente y por eso he perdido algún pase. Dadme otra semana y seré capaz de ‘pillarlos’.

En el Zalgiris usted era uno de los referentes del equipo y aquí quizá su rol no sea tan importante. ¿Cómo lo asume?

No estoy de acuerdo contigo. Yo no era la opción principal en el Zalgiris. ¡Ni la segunda! Creo que mi rol en el Barça va a ser el mismo que en Kaunas. Es lo que creo que esperan de mí Saras y el resto del cuerpo técnico, defender al máximo y ayudar en todo lo que pueda en el rebote y a la hora de tirar y de anotar. Allí no tenía jugadas específicamente preparadas para mí. Mis puntos eran producto de cómo me generaba mis espacios y de mis habilidades ofensivas. Por eso tengo que mantener mi energía a tope para aprovechar las oportunidades.

¿Qué espera a nivel personal de esta temporada?

Lo mío es simple. Yo trato de hacer algo que he oído a Kevin Durant. Tómate tus entrenamientos como partidos y tus partidos, como entrenamientos. Entrena lo más duro que puedas tus capacidades para que sean las mejores posibles y así cuando llegue el partido, si juegas a tope te saldrán las jugadas. Y eso es lo que quiero hacer, seguir evolucionando como jugador y hacerlo bien en los partidos.

¿Es su ídolo Durant?

Mmm... Kevin es un jugador extraordinario. ¿Sabes? Él es capaz de hacerlo todo fácil y de simplificar el baloncesto, pero mi jugador favorito es Klay Thompson (Warriors, un genio martirizado por las lesiones). 

¿Le ilusiona estar en un equipo capaz de luchar por el título en la Euroliga?

Por supuesto. Para un jugador es muy importante ganar títulos y ganar cuantos más partidos mejor. Tenemos un equipo lleno de talento y si estamos todos sanos, tendremos muchas opciones. Pero lo primero es la Supercopa de este fin de semana. Queremos ese título.

Acabe con un mensaje para la afición del Palau.

Estamos deseando que empiecen los partidos de Liga y de Euroliga para que nos apoyen. ¿Sabes lo que les pediría? Que nos animen mucho cuando ganemos y que nos animen mucho más fuerte cuando vayamos perdiendo. Que tengan muy claro que vamos a dar el máximo por ganar todos los partidos.