El juego mental del 'mito' Djordjevic

Desde que fichó por el Partizán en 1984 con tan solo 17 años, Aleksandar Djordjevic se ha caracterizado siempre por controlar todo a la perfección, tanto lo que sucede en la pista como fuera de ella.

Por tanto, a sus 52 años el actual técnico de la Virtus Bolonia lleva tres décadas y media exhibiendo su arrolladora personalidad y ahora es quizá la pieza perfecta para dar equilibrio a una selección serbia llena de talento que buscará su primer oro después de perder tres finales seguidas.

Los balcánicos cayeron en 2017 en el Eurobasket contra pronóstico ante la Eslovenia de Nikola Doncic (verdugo de España) en una final en la que nadie dudaba su favoritismo. Ese KO llegó tras las derrotas contra Estados Unidos en las finales de los Juegos de Río 2016 y del Mundial de España 2014, todas ellas con Djordjevic en el banquillo.

Posiblemente por ello, Djordjevic está centrando sus esfuerzos en abstraer al máximo a sus jugadores del ambiente triunfalista que se respira en el entorno ante el papel de favorito que se les concede sin olvidar esos tres KO en las finales.

“España siempre hace lo mismo. A mí ya no me vais a engañar. Quiero ganarles, porque pienso que son los mejores. Siempre acaba en el podio y eso es para tenerles mucho respeto. Por eso la meta es ganarles y ése es el mensaje que he transmitido a mis jugadores", explica el genial exbase.

"Pueden empezar regular, pero tienen muchísima experiencia y tienen a Rudy, a Llull y a Ricky que llevan el equipo junto a un Marc excepcional”, aseguró el exjugador del Barça y del Real Madrid de cara al choque de este domingo a las 14.30 horas (Cuatro).

En una selección con estrellas del calado de Nikola Jokic, Bogdan Bogdanovic, Nikola Milutinov, Stefan Jovic, Nemanja Bjelica y compañía, un aspecto muy importante es el respeto y la confianza que despierta Djordjevic en el vestuario. 

Triple campeón europeo, oro universal en el Mundial de Grecia’ 98 y plata olímpica en Atlanta’96 con la extinta Yugoslavia, ‘Sasa’ también ganó la Euroliga en 1992 con el Partizán, tres Copas Korac y tres Ligas Endesa (dos con el Barça y una con el Real Madrid). Lo dicho, el seleccionador es clave en Serbia.