COPA DEL REY 2018

El Barça Lassa, a la final de Copa con otra gran exhibición

El Barça jugó otro buen partido ante el Gran Canaria en la Copa

El Barça jugó otro buen partido ante el Gran Canaria en la Copa / EFE

Ramon Palomar

El Barça Lassa se clasificó para la final de la Copa del Rey después de superar al anfitrión, el Herbalife Gran Canaria, por 74-87 que le devuelve a una final de Copa del Rey tres años después. En una gran actuación coral del equipo de Pesic, ahora están a una victoria de lograr un título que apenas dos semanas atrás parecía lejísimos.

108203

COPA DEL REY

74
87
Alineaciones
HERBALIFE G.C., 74
(15+28+13+18): Mekel (2), Brussino (8), Balvin (3), Rabaseda (2), Pablo Aguilar (11) -cinco inicial-, Pasecniks (10), Eriksson (25), Oliver (5), Seeley (2), Báez (3) y Radicevic (3).
BARÇA LASSA, 87
(21+20+27+19): Heurtel (13), Sanders (8), Koponen (4), Tomic (6), Moerman (7) -cinco inicial-, Ribas (12), Navarro (3), Oriola (14), Claver (8) y Hanga (12).

Pesic decidió dar entrada a Koponen en el equipo titular en otro gran reto como era el Gran Canaria, un equipo crecido ante su afición y que se presentaba como una prueba para los azulgrana, si querían acceder a la final.

Y lo cierto es que el Barça, en la línea del duelo ante Baskonia, salió muy concentrado desde el primer minuto, con Heurtel, Sanders, Tomic y Moerman. En unos primeros minutos de tanteo, el conjunto azulgrana ya mostró las mismas características que le llevaron al éxito en cuartos de final: una gran defensa, movimientos fáciles en ataque y rebote ofensivo.

Dominio blaugrana

Fueron unos primeros minutos para los azulgarana que empezaron a dominar el partido tras dos acciones de Koponen (9-14). A La intensidad de los canarios respondía el Barça con una buena defensa, dificultando todos los ataques locales. Con cierta solvencia, el partido se decantaba para los blaugrana, con un Claver muy activo –y desconocido de la etapa Alonso-, que le llevó a irse de 7 (14-41).

Radicevic reducía la diferencia antes del descanso, para un cuarto claro de dominio blaugrana, que dejaba muy buenas sensaciones ante un Gran Canaria Arena un tanto apagado por el dominio del Barça (15-21).

En el segundo cuarto, el Gran Canaria trató de igualar la intensidad del Barça, pero enfrente se encontró a un equipo muy serio, e inspirado en el triple. Dos consecutivos de Ribas llevó al Barça a una renta de nueve (19-28). El partido estaba controlado para los azulgranas…hasta la aparición de un ‘ex’, Marcus Eriksson.

Espectacular Eriksson

Su entrada en el partido cambió por completo el escenario. El escolta clavó de salida un triple que acercaba a los suyos a seis (26-32), aunque el Barça reaccionó y llegó a irse de una máxima de 10 tras canasta de Moerman (26-36 m.15). Parecía controlado el arreón local.

Pero Eriksson decidió que iba a ser su noche, y casi de manera consecutiva anotó otros tres triples, ante el delirio de su afición, que les acercaba a solo dos puntos (35-37). Fueron los peores minutos del Barça que no reaccionó ante el aluvión de triples del ex canterano.

Y no se detuvo ahí. Ante la inseguridad blaugrana, volvió a clavar el quinto triple, que les puso por delante por primera vez desde el inicio (39-37). Un duro castigo de los locales, que con un parcial de 15-1, hicieron tambalear la confianza del Barça, que empezó a perder balones fruto de esas dudas.

La mejor noticia es que llegaba el descanso (43-41), y era el momento de reponer fuerzas y recuperar la confianza, que un Eriksson espectacular (17 puntos) había dejado bajo mínimos. Un solo jugador había logrado desestabilizar al Barça.

Buena reacción tras el descanso

En la reanudación, el Barça dio signos de recuperación, logrando el control del duelo con canastas de Hanga y Heurtel, aunque los azulgrana empezaron a cargarse de faltas, especialmente un activo Oriola, que sumaba la tercera.

Las imprecisiones de los locales, beneficiaron al Barça, que sin rayar al nivel del primer tiempo, logró volver a coger pequeñas ventajas, con Heurtel y triple de Rakim Sanders, además de un Ante Tomic, que recibía buenos balones dentro de la zona para convertir (49-57)

Un buen parcial de 11-0 que le daba mucho aire a los de Pesic para recuperar la máxima ventaja (49-59), y frenaba el ímpetu de los locales, que volvían a verse por detrás en el electrónico.  

Con la tranquilidad recuperada, el Barça volvió a su juego agresivo en defensa y efectivo en ataque de la primera mitad y que le llevó a la máxima ventaja tras triples de Ribas y Navarro (54-65). El ‘efecto’ Eriksson se había logrado neutralizar. Al final del tercer cuarto, ‘estocada¡ de Claver con un triple, que ponía el partido en franquía (56-68).

Control del electrónico

En el último cuarto, el Barça jugó con el reloj después de alcanzar una máxima de 14 puntos (56-70) tras canasta de Oriola. Los canarios, que veían como el tiempo se les iba escapando de las manos, empezaron a jugar con prisa, mientras los azulgrana aprovechaban sus oportunidades para que las diferencias no bajaran de 10 (65-75).

El Gran Canaria lo intentó de todas formas, con zona incluida, pero el partido estaba claramente decidido, y metía a los azulgrana en la final de Copa, un premio al cambio de mentalidad vivida con el nuevo técnico, Svetislav Pesic