Kuric: "Saras te lleva siempre al límite”

El mal final de curso azulgrana vino acompañado de los malos porcentajes de un Kuric con problemas de espalda que se había mostrado letal hasta entonces. Ahora trabaja en la pretemporada con el Barça ilusionado como un niño a sus 33 años.

¿Cómo lleva la pretemporada? 

Bien. Tenía ganas de volver a los entrenamientos y de estar con los compañeros, aunque ahora tenemos a bastantes con sus selecciones. Hemos descansado bien y ya estamos listos otra vez.

¿Cómo ha ido el verano?

He descansado bien y he desconectado un poco del baloncesto. Han sido unas buenas vacaciones. Hicimos algunos viajes y también estuve con la familia de Estados Unidos, que después paso mucho tiempo sin verlos.

La pasada temporada no acabó bien. ¿Por qué?

Hay una serie de posibles razones. Fue muy larga. Llegamos a jugar a un nivel muy alto, pero tuvimos muchas lesiones, fuimos perdiendo gas y llegamos exhaustos al final de la temporada.

Tras las lesiones y el covid no recuperaron el nivel pese a la ganar la Copa del Rey.

Es verdad. Ya te digo que empezamos muy bien, pero se nos juntó el covid con las lesiones. Todos queríamos volver cuanto antes para ayudar al equipo, pero no tuvimos lo necesario para ganar.

Usted es fuerte mentalmente. ¿Cómo llevó su mala racha con aquellos problemas de espalda que lo martirizaban?

No fue fácil. Lo intentaba todo para estar lo mejor posible, pero no podía hacer bien mi trabajo y lo notamos el equipo y yo. No bajé nunca los brazos y aunque tarde, en los últimos partidos estuve mejor.

Llegó a estar por encima del 50% de acierto en triples y después falló todos en mayo.

¡Y algunas semanas en el 60%! Cuando fallaba uno tras otro llegaba a casa y decía... ¡no es posible! Estaba un poco bajo de moral, pero pensaba que estaba haciendo el mismo trabajo que cuando los metía. Miraba vídeos y estudiaba los lanzamientos, pero no entraban.

Yo firmaría siempre jugar horrible y que el equipo gane

Al menos consiguió ganar esa batalla consigo mismo...

Pero eso no es lo importante. Yo firmaría siempre jugar horrible y que el equipo gane. Es verdad que a nivel personal me demostré que sí, que puedo jugar al máximo nivel, pero eso ya es pasado y ahora empieza una nueva temporada.

¿Qué le parecen los fichajes?

Será un equipo diferente. Son todos buenos jugadores, aunque cuatro de ellos están con sus selecciones ahora y no los conozco personalmente. También están acostumbrados a luchar por los títulos y poco a poco iremos cogiendo la química necesaria.

A algunos no los verá hasta la semana de la Supercopa.

Por lo menos Satoransky y Vesely se conocen muy bien del ‘Fener’ y de su selección, así que eso será positivo para el equipo. La clave es que entre todos seamos capaces de construir un equipo.

‘Sato’ es otro jugador de primer nivel y seguro que nos vamos a entender muy bien enseguida.

Con Satoransky en vez de Calathes el equipo jugará diferente. ¿Lo tiene claro?

Es evidente. Hemos perdido seis jugadores y vienen otros seis. Y uno es el base, que por cierto me ha permitido anotar muchas canastas fáciles con sus pases. ‘Sato’ es otro jugador de primer nivel y seguro que nos vamos a entender muy bien enseguida.

Una pregunta difícil. ¿Le preocupa la lesión de Mirotic?

Por supuesto. Es mucho mejor tenerlo en la pista con nosotros, pero la pasada temporada jugamos partidos sin él y sin otros cinco o seis jugadores y salimos adelante. Tendremos que hacer nuestro juego y salir a ganar, esté el que esté. Es una gran pérdida para nosotros, pero su ausencia también es una oportunidad para que otros den un paso adelante.

Forzar su regreso sería un error, ¿no?

Claro, que se tome el tiempo que necesite y que vuelva sano para ayudarnos tanto como siempre.

Acaba contrato en junio de 2023. ¿Le gustaría seguir más tiempo en el Barça?

Sí, por supuesto. Voy a jugar mi quinta temporada aquí y el Barça será mi primera opción, pero veremos cómo se da la temporada.

Tenemos los mismos objetivos que los últimos años, ganar los máximos títulos posibles. Estamos en el Barça y tiene que ser así.

¿Qué espera de esta campaña?

Tenemos los mismos objetivos que los últimos años, ganar los máximos títulos posibles. Estamos en el Barça y tiene que ser así.

Ha pasado de ser la estrella del Estudiantes o del ‘Granca’ a ser un buen jugador en un equipo lleno de buenos jugadores. ¿Cambia mucho?

Es superdiferente. Cuando eres el nombre propio de un equipo tienes más responsabilidad y tienes que estar allí en cada partido y jugar muchos minutos. Siempre se espera el máximo de ti y puedes cometer más errores por todo el juego que asumes. Aquí tienes al lado 10 ó 12 jugadores de tu mismo nivel, tienes que saber muy bien tu rol y asumirlo para ayudar al equipo. Y yo tengo claro el mío.

¿Es muy difícil dar el callo en defensa y estar fresco después en ataque?

Con Saras tenemos todos muy claro que la clave es defender a tope. Gastas mucha energía, pero después tienes que tratar de calmarte y centrarte en el ataque.

En los momentos más duros del curso pasado pareció romperse la química con Saras...

Es un entrenador muy exigente, porque es el primero que quiere ganar y la verdad es que aquí lo tenemos todo para ganar, así que su trabajo es apretarnos para ese objetivo. Te lleva siempre al límite y cuando ganas todo está bien. Cuando hay derrotas es cuando hay que ser fuerte mentalmente, porque todo es más complicado.