El Barça reacciona tarde y el Madrid se adelanta en la final

Los azulgrana fueron a remolque de un acertado Madrid, que dominó a placer durante tres cuartos, excepto el cuarto final (24-14), aunque ya fue demasiado tarde

Con Hanga inspirado en la primera mitad (16) y el dominio del rebote (38-30), fue suficiente para los blancos para imponerse con claridad en el Palau (75-88)

Calathes lo intentó todo para superar al Real Madrid

Calathes lo intentó todo para superar al Real Madrid / VALENTI ENRICH

Ramon Palomar

Ramon Palomar

El Barça perdió la ventaja de pista en la final de la Liga Endesa al caer de manera clara en el Palau ante el Madrid (75-88) que jugó de manera mucho más consistente y acierto, para llevarse el partido y situar el 1-0 en la eliminatoria. Un Barça desconocido durante tres cuartos reaccionó en el último (24-14) pero la diferencia era demasiado grande.

Barça - Real Madrid

Final Liga Endesa

75
88
Alineaciones
FC Barcelona
(17+14+20+24): Smits (8), Hayes (2), Higgins (4), Mirotic (13), Calathes (6) -cinco inicial- Larpovittola (15), Abrines (-), Kuric (12), Jokubaitis (8), Davies (7), Martínez (-).
Real Madrid
(30+19+25+14): Couseur (15), Hanga (16), Deck (18), Tavares (7), Yabusele (11) -cinco inicial- Randolph (-), Núñez (3), Fernández (4), Abalde (2), Poirier (7), Taylor (5).

Hanga en la primera mitad (16) y Deck en la segunda (18) apuntillaron a un Barça donde Laprovittola fue el mejor con 15 puntos. No valen las lamentaciones porque el segundo partido llega en apenas 48 horas, tambien en el Palau.

El Barça arrancó con demasiadas dudas ante un Madrid que tenía claro el juego: buena defensa, buscar salidas rápidas y buenos tiros exteriores. Y en ese inicio malo del Barça, el Madrid se movió muy cómodo, con dos triples de Causeur que hicieron daño (11-16).

Sin reacción azulgrana

Jasikevicius paraba el partido porque no le gustaba nada lo que veía en la pista, pero los azulgranas no reaccionaron. Al contrario. El Madrid cada vez estaba más cómodo desde larga distancia y anotaban Yabusele y Hanga, que ampliaban la ventaja (15-24).

No había manera de frenar al ex azulgrana, que seguía dirigiendo a placer sin que la defensa del Barça llegase a ningún lanzamiento. La única buena noticia es que Kuric abría su cuenta, aunque el Madrid dominaba al final del cuarto (17-30). Ni el final del primer cuarto calmó los ánimos blaugranas, que no encontraban el ritmo ni el acierto ofensivo, todo lo contrario del Madrid que se movía con suma facilidad.

Laprovittola abría el cuarto con un triple esperanzador, pero respondía Rudy con otro ante un Madrid muy seguro de sus acciones, especialmente de Hanga, que seguía anotando y daba la máxima al Madrid hasta ese momento (20-37).

Una paliza descomunal

La paliza era descomunal a pesar de los intentos del Palau de animar al equipo. Ni la lesión de Randolph en un choque con Mirotic, perturbó a los blancos, que dominaban el rebote ofensivo y conseguían buenas segundas acciones.

En una de ellas, Poirier, recogía un rebote, atacaba el aro y sacaba la falta personal además del adicional. El Madrid se situaba con ¡20 puntos de ventaja! (29-49). Una renta realmente desconcertante para el aficionado culé que veía como el síndrome blanco tras la semifinal de Belgrado, seguía vivo.

Al descanso, 18 abajo (31-49) y la sensación de que tenían que cambiar muchas cosas para que el Barça ‘resucitara’ en su estreno en la final liguera. Kuric, con nueve puntos, al igual que Mirotic, los más destacados por el Barça, que necesitaba más aportación del resto.

Más energía tras el descanso

El Barça arrancó tras el descanso con un poco más de energía, y acierto en ataque, el problema era en defensa, donde el Madrid lograba mantener la renta a pesar de los intentos del Barça. Smits anotaba un triple, pero respondían los visitantes con Causeur, y Deck, que lograban anotar con facilidad.

Había más fluidez ofensiva, pero el problema era defensivo. A un triple de Causeur respondía Kuric, pero no se lograba reducir las diferencias. Otra canasta de Mirotic acercaba el marcador a 14 (45-59) pero no había manera de bajar de esos puntos.

El amago de reacción se fue al garete con la transición blanca, que volvía a dominar de 18 (50-68). Saras pidió un tiempo para intentar reaccionar, pero no había manera. De hecho, dos tiros libres de Poirier le daban la máxima al Madrid (50-72).

Último arreón del Barça

Jasilkevicius recibía una técnica, intentando romper el ritmo blanco, pero la ventaja blanca se fue a los 23 al final del cuarto (51-74). Un autentico revolcón blanco en el Palau.

El Barça le puso el corazón al inicio del cuarto final, y redujo de un plumazo la diferencia a los 15 puntos tras triple de Jokubaitis (59-74). Chus Mateo decidió parar el partido con un Palau rugiendo de nuevo en el último intento por que llegara el milagro.

Y ese milagro se tradujo en un parcial de 12-0 para el Barça que volvió a creer en la victoria (63-74). Parecía posible la remontada, aunque Deck lograba un triple que enfriaba el Palau. El Madrid trataba de sobrevivir al arreón del Barça, que se acercó a 10 puntos (72-82). Pero ya era demasiado tarde. Ahora, a esperar el segundo este miércoles y viajar a Madrid con opciones de darle la vuelta