Seat León Cupra 300, acierto asegurado

La barrera de los 300 CV sitúa al nuevo Seat León Cupra en el Olimpo de los deportivos manteniendo los pies en el suelo con un precio contenido y sin olvidar su lado funcional. Hace algunos meses la firma de Martorell lanzó la nueva hornada de Leones con ligeros retoques estéticos y un plus de equipamiento tecnológico poco corriente en su segmento, sobre todo en el apartado de conectividad. Luego llegó la versión más esperada, el Cupra, presentado en Barcelona y más concretamente en el Circuit de Castellolí. El ambiente era propicio para que nos quedáramos con ganas de más y hace unos días pudimos disfrutar de sus prestaciones pero también de la coherencia de su versión 5 puertas (también disponible en 3 puertas y carrocería ST).

El León Cupra no está pensado para un conductor que busque demostrar el músculo a primera vista, lo suyo me recuerda más a la típica frase de mi madre: “los últimos serán los primeros en el reino de los cielos”. Y por último no me refiero a sus tiempos en el circuito, ya que en su generación anterior (290 CV) nos demostró que a rápido le ganan pocos en una comparativa de GTI que llevamos a cabo hace un año. El quid de la cuestión es parecer inocente hasta que se enciende su propulsor y se trazan las primeras curvas (en trazado o fuera), momento en que la “bestia” despierta para conquistar cada rinconcito de tu sistema nervioso. Por tanto, estéticamente no se divisan grandes diferencias excepto un frontal con entradas de aire más anchas, llantas de 19 pulgadas de serie y las dobles salidas de escape en el spoiler trasero específico además de las placas CUPRA en el portón trasero y la parrilla.

UN PUNTO MÁS CUPRA

Si lo que se busca es ir más allá, Seat ofrece el Pack Performance (Negro o Naranja) sobre el color escogido (en nuestro caso Desire Red) con llantas específicas en ese color, los retrovisores bitono, unas discretas pero acertadas taloneras y las pinzas de freno Brembo en rojo o negro. De este pack merecen mención especial los Michelin Pilot Super Cup 2, que se convierten en el mejor aliado del Cupra con un agarre excepcional.

El interior bien podría ser confundirse por el mismo León si no fuera por el Alcántara presente en las puertas y los asientos, el uso del aluminio en los pedales y los identificativos del volante, cambio de marchas, asientos y el marco de las puertas. La nueva familia León sigue los patrones de conectividad y equipamiento tecnológico por los que ha apostado la firma catalana con una pantalla de ocho pulgadas que se conecta a todo tipo de dispositivos (iOS y Android), la apertura y arranque sin llave y lo último en sistemas de ayuda a la conducción.

COHERENCIA

Por lo que se puede leer hasta aquí, está claro que el nuevo Seat León Cupra nos ha convencido. Ahora los motivos. Esta nueva generación está disponible en carrocería 3p, 5p y ST, esta última con la opción de la tracción total 4Drive que va ligada (obligatoriamente) al cambio automático DSG con asistente de atasco opcional. La versión familiar la descubrimos durante la presentación y nos pareció el vehículo más equilibrado por su funcionalidad y prestaciones, situándose a la cabeza de nuestro imaginario para conductores que pese a tener hijos no quiere renunciar a sus ratitos de diversión con un extra en seguridad. En el caso del 5 puertas que hemos probado ahora, más de lo mismo. Su tracción delantera reduce costes pero no sensaciones y el confort para los pasajeros de atrás mejora frente la opción 3 puertas.

DEPORTIVO CON AGALLAS

Sin duda su comportamiento dinámico es el mejor motivo de compra. El precio, su funcionalidad, lo último en conectividad y el espacio de maletero de 380 litros nos han ayudado a convencernos pero el Cupra nos ha conquistado en la carretera y al volante. El propulsor 2.0 TSI se ha potenciado para llegar a los 300 CV y con este plus han incrementado el par máximo de 350 Nm a 380 Nm entre las 1.800 y 5.000 rpm además de alcanzar los 100 km/h en 5,7 segundos para los modelos manuales y delanteros. Pero hablar de su potencia no hace justicia al Cupra. Lo hace hablar de su diferencial autoblocante de tipo Haldex, el control de chasis adaptativo, su suspensión y la asistencia progresiva en la dirección, que se merece el notable alto.

Nos ponemos manos a la obra y desactivamos el Modo Confort, ideal para circular por la ciudad y vías rápidas, al divisar las primeras curvas. El Drive Profile nos ofrece el modo Sport, Individual y Cupra. Sin dudarlo un segundo aceptamos el reto que supone este último y el coche se transforma en un abrir y cerrar de ojos para ofrecernos su mejor versión. Aceleramos y su bloque nos responde desde bajas hasta las 6.000 rpm, con un carácter digno de cualquier circuito. La primera parábola nos arranca una amplia sonrisa. La dirección precisa y directa dirige a nuestro Cupra allá donde queremos sin un atisbo de duda, su suspensión endurecida parece enganchar el coche al asfalto y el paso por curva se convierte en un viaje fácil y tremendamente divertido. Nos vamos animando poco a poco, acondicionando nuestra conducción a las posibilidades infinitas de su chasis y sintiéndonos cual pilotos expertos gracias a su conducción por raíles y la sensación de seguridad que aportan los frenos. Sencillamente intachables.

¿Lo más sorprendente? El consumo medio se contuvo en sobre los 8 litros a los cien, lejos de los 6,8 homologados por la firma pero aceptables tras nuestras jornadas de diversión. Su precio de salida es de 34.050 euros, por debajo de sus rivales Volkswagen Golf R, Audi S3 o el Honda Civic Type-R, otro detalle significativo que lo sitúa como el rival a tener en cuenta. No cabe duda que este Seat León Cupra 300 nos ha agradado, y mucho, por lo que esperamos que el mercado responda a su propuesta y tengamos más y más generaciones Cupra que recomendar.