SEAT Y DUCATI

Reunimos los modelos clásicos de Seat y Ducati en Barcelona

Recorremos la fábrica de Seat en Martorell acompañados de modelos cásicos de ambas marcas para descubrir su nexo en común: la pasión.

Los modelos clásicos de Duacati y Seat.

Los modelos clásicos de Duacati y Seat. / CARLOS RODRÍGUEZ

Hace unos meses Seat hacía oficial su compromiso como patrocinador del equipo Ducati MotoGP, mostrando así una unión que muchos han defendido como coherente. Otros, incluso ellos mismos, prefieren hablar de destino. Para hacer palpable ese matrimonio bien avenido la planta de Seat en Martorell (cofre del tesoro para sus clásicos) abrió las puertas en exclusiva a Motor Zeta para que nuestros lectores conozcan el porqué de esa buena relación. Modelos de carreras históricos de ambos fabricantes decoraban una historia entrelazada de pasión por la competición. La sensibilidad corrió a parte de Livio Lodi, responsable del museo Ducati y Isidre López (<strong>@isidrelopes</strong>), su homólogo en Coches Históricos de Seat

El pasado de Ducati se remonta al 4 de julio de 1926, cuando la Società Scientifica Radio Brevetti Ducati nació en el centro de Bolonia para que los tres hermanos Ducati empezaran a fabricar en los sótanos de la residencia familiar. Su éxito demandó la creación de una fábrica en Borgo Panigale en 1935 y por ese entonces Seat todavía no existía. Para encontrar el primer nexo de unión debemos acelerar el paso hasta los años 50. Por ese entonces la marca italiana había sufrido las consecuencias de la guerra con un bombardeo el 12 de octubre de 1944 que destruyó por completo su planta.

NACE SEAT

Llega el 1950 y con el nacimiento de Seat S.A empiezan a crearse los lazos entre ambas marcas. Tal y como nos recuerda Livio Lodi, Ducati se abrió al mercado español mediante el fabricante Motrotrans en 1958 cuando la fábrica de Martorell celebra el primer aniversario del Seat (de Fiat) 600 multiplicando su producción por seis. Un vehículo que cambió por completo la historia de un país, iniciando una etapa de descubrimiento y apertura al volante de un modelo fabricado en Barcelona. Ese hito significa un motivo de peso para que un apasionado del recuerdo como Livio Lodi escoja a ese modelo como su preferido para llevarse a casa por delante del 124 Fiat, el coche de su padre.

Y es que tanto Seat como Ducati no se conforman con hacer coches o motos bonitas, porque como declara el encargado del Museo Ducati nuestras marcas se sienten, no es algo físico ni producido, nuestros productos no son sólo rojos y rápidos. Hay pasión por la competición tras su construcción”. Las carreras. Ese es el primer cosido real de ambas compañías y por eso los modelos expuestos en Martorell reflejan esa concordancia.

LA RESISTENCIA QUE UNIÓ A SEAT Y DUCATI

Tal y como comentamos anteriormente, Mototrans en Barcelona fabricaba bajo licencia las motos italianas pero Ducati dejó huella en la capital catalana de otro modo. Empezando por sus victorias en las 24 Horas de Montjuïc, una prueba histórica en nuestra ciudad y muy ventajosa para la firma italiana desde su primer triunfo en 1958. A lomos de una Ducati 900 Salvador Cañellas y Benjamín Grau consiguieron la victoria en la mítica carrera de resistencia y por ese motivo esa es la moto preferida de Isidre Lopez. “Si tuviera que escoger me llevaría esa porque es un icono de nuestra casa Barcelona y encima con un piloto de Seat que justo llegaba de ganar el Campeonato de Rallis de Asfalto en España con un SEAT 124-1600”.

CÓMO CUIDAR LA HISTORIA

Aprovechamos que tenemos a los dos dueños y señores de la historia de las marcas para conocer los entresijos de sus colecciones. La ocasión lo merecía y ambos nos hablaron de la responsabilidad que supone estar a cargo del pasado de una fábrica que llevan en el corazón. “Es todo un privilegio estar al frente del cuidado de mi marca pero sobre todo una responsabilidad. Hay que tratar con respeto la pasión y la emoción que destilan nuestros modelos clásicos” subraya Isidre López. El italiano por su parte cree que: “es vital mostrar como la fabricación de motos no es sólo crear piezas y soldarlas. La evolución de nuestro país, de nuestra ciudad, los cambios políticos, económicos y por tanto sociales están ligados a nuestra planta. Es necesario mostrar esa parte de Ducati”.

Trabajador de la fábrica desde sus inicios Livio no tiene redes sociales pero sabe que es vital atraer al público joven que compra las motos de su marca. Para ello trabaja en un Museo Digital pequeño pero completo que utiliza el juego para hablar de la historia y captar visitantes al edificio físico. Por su parte, López lucha día a día para conseguir su Museo, que está cada vez más cerca con el lanzamiento de su versión digital el año pasado.

¿FUTURO CONJUNTO?

Para poder rendir homenaje a sus marcas ambos se definen como hombres del pasado y por eso Livio prefiere no hablar del futuro. Isidre López por su parte se atreve a vaticinar una relación duradera entre Seat y Ducati porque defiende que “esto no es fruto de la casualidad, es el destino. Está claro que comienza una nueva etapa para mirar al futuro respetando el pasado. Es aquello que nos enriquece”. Para aquellos ducatistas que conduzcan un Seat en su día a día, un aviso por su parte: “Nos acabamos de descubrir y vamos a hacer muchas cosas juntos disfrutando de nuestra pasión”.