La apuesta deportiva de Suzuki

<strong>Suzuki </strong>se ha ganado una merecida reputación como fabricante de modelos todoterreno o todocamino. Su amplia lista y los años que la marca lleva en esos segmentos son aval de su buen hacer. Entre estos modelos, el Vitara ocupa un lugar predominante. No es extraño, pues, que Suzuki procure que siempre ofrezca detalles interesantes para que el usuario lo tenga en consideración a la hora de comprar.

La última aportación de la marca es este Vitara S que va asociado a un motor más potente y que además de disponer de tracción a las cuatro ruedas cuenta con un nivel de equipamiento muy completo con detalles de categoría superior.

MEJORES PRESTACIONES

MEJORES PRESTACIONESSuzuki ha querido potenciar el modelo con otro cuatro cilindros de 1.4 litros dotado de inyección directa y de turbocompresor que rinde 140 CV de potencia. La ganancia respecto al otro motor de 1.6 litros y 120 CV es más que evidente. De entrada, ofrece una mejor respuesta desde muy bajo régimen mostrando una excelente capacidad de aceleración con una entrega uniforme a la vez que una buena disposición para recuperar. Eso permite unas maniobras de adelantamiento bastante más rápidas y sin tirones ni altibajos.

Mantener una buena velocidad de crucero no supone ningún problema y además no es nada ruidoso; se oye más el ruido aerodinámico causado por los grandes retrovisores exteriores. En cuanto al consumo, las cifras homologadas son buenas y no difieren en exceso de las que se obtienen en la realidad, lo cual ya es muy importante; por ciudad, la presencia del sistema de arranque y parada automáticos ayuda además a que el consumo no se dispare.

Dinámicamente, el Vitara S tiene una buena actitud. Las suspensiones, con una buena regulación de muelles y amortiguadores, trabajan muy bien absorbiendo las irregularidades del terreno, ofreciendo a la vez un gran confort a los ocupantes y una contención de oscilaciones de carrocería. Provisto de tracción a las cuatro ruedas, el selector, ubicado en la zona central, detrás de la palanca, ofrece cuatro modos de funcionamiento, según las necesidades y las condiciones del terreno.

Este es uno de los puntos fuertes del Vitara S. Con un acceso muy cómodo y un interior amplio, todo está bien presentado y con unos buenos ajustes. En las plazas traseras, dos pasajeros irán muy cómodos y un tercero deberá conformarse con menos confort por la configuración de la plaza central, pero en cualquier caso con espacio suficiente para las piernas. Para los ocupantes de las plazas delanteras, los asientos, con muy buena sujeción lateral, son además calefactables.

A la izquierda del volante hay un grupo de mandos entre los que se encuentra el de arranque y parada automáticos, el desconectador de control de tracción, el de control de descenso y el sensor de aparcamiento. Otro detalle del equipamiento es la  cámara trasera para maniobras de aparcamiento. Todo ello viene de serie en esta versión. Uno de los peros que se pueden poner es que la información del ordenador de a bordo está desdoblada en dos mandos en lugar de figurar en uno solo.

HASTA EL ÚLTIMO HUECO

HASTA EL ÚLTIMO HUECOAdemás de una buena guantera, hay huecos de diferente capacidad repartidos por todo el interior, incluidas las puertas traseras. Y ya que hablamos de capacidad, el maletero presenta unas formas internas muy regulares, lo que permite aprovechar al máximo todo el espacio. La posibilidad de abatir el respaldo trasero central permite llevar objetos más largos.

Por otro lado, tiene un doble fondo y bajo el piso, si bien hay hueco suficiente para alojar una rueda aunque sea de emergencia, uno se encuentra con el kit antipinchazos de una utilidad discutible sobre todo para un vehículo que por sus condiciones puede meterse sin el menor problema por pistas forestales.

Provista de un motor más potente, esta versión destaca por una interesante relación precio-equipamiento que la hace más atractiva. Por 22.300 euros podemos disfrutar de este modelo de bandera.