Cuatro descuidos que pueden averiar tu coche

Llevar un mantenimiento correcto del coche es vital para que los años no lo castiguen demasiado y, además, siga siendo tan seguro como cuando salió de fábrica. Un mal mantenimiento no puede solo ocasionar un gasto importante, sino que además puede ser un riesgo para la salud de su conductor y acompañantes. En el peor de los casos, una avería puede ser sinónimo de necesidad de compra de otro coche, por lo que llevar al día las revisiones y los cambios de componentes necesarios es muy importante.

Algunas de las peores averías pueden surgir por culpa de descuidos por parte del conductor. No realizar los cambios en el momento oportuno o no revisar algunas partes del coche de vez en cuando podría llevar el vehículo al desguace mucho antes de lo esperado. Estas son cinco averías por despiste con consecuencias graves.

OJO CON EL ACEITE

Es quizás un error imperdonable por la facilidad de su prevención. Hoy en día, que el nivel de aceite en el motor sea bajo es casi imposible, gracias al testigo en el cuadro de mandos, el conductor puede saber cuando el nivel es bajo. Además, solo con mirar la varilla se puede comprobar fácilmente el nivel y rellenarse sin más complicación. Si el nivel es bajo y no se remedia, el motor no estará perfectamente lubricado y las piezas móviles friccionarán las unas con las otras, por lo que el motor puede griparse y suponer una de las averías más caras de todas. Este problema incluso puede precisar de una sustitución completa del bloque. El precio de reparación puede superar, con creces, los 3.000 euros.

MIRA BIEN EL SURTIDOR

Al echar combustible en el coche hay que mirar que se esté echando el que corresponde para el motor. Puede parecer una tontería, pero ocurre mucho más de lo que la gente se piensa. Si se rellena, por ejemplo, el depósito de un coche diésel con gasolina lo correcto es, sin arrancar el motor, llamar a la grúa y que lleve el vehículo al mecánico para su extracción y limpieza en un proceso con un precio de entre 150 y 250 euros. En caso de no haberse dado cuenta y de circular tras repostar, el error puede salir muy caro, pues componentes como los pistones pueden dañarse. En ese caso, la reparación puede superar los 2.000 euros.

RECUERDA CAMBIAR LA CORREA DE DISTRIBUCIÓN

La sustitución de la correa de distribución es una de las operaciones más costosas en el mantenimiento de un coche. En función del motor y el fabricante, la operación debe realizarse, obligatoriamente, al llegar a un número concreto de kilómetros o pasados cinco años del último cambio. En total, el conductor debe pagar cerca de 350 euros para llevar a cabo el cambio. Cuando no se realiza esta operación, la correa puede romperse y causar daños en todo el motor ocasionando averías en muchos de sus componentes. El precio, según el daño causado puede ser asequible, de unos 1.000 euros, o tan caro que salga más rentable comprarse un coche nuevo.

LÍQUIDO REFRIGERANTE

El líquido refrigerante es un componente vital en el motor de los coches. Su función es mantener el motor a la temperatura correcta y evitar que las temperaturas muy frías o muy calientes del clima le afecten. Este líquido, además, protege de la corrosión del motor. Con todo, no tener un nivel adecuado de este líquido puede suponer averías graves por culpa de un exceso de temperatura en el bloque. Las averías tienen distintos precios según qué partes han estado afectadas, pudiendo superar los 2.000 euros.