El ser humano, a prueba

Kipchoge busca su hueco en la historia

Kipchoge busca su hueco en la historia / sport

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Tras una tensa espera, llegó el momento de la verdad, la culminación de un desafío que se hizo oficial hace ya meses y que se ha ido cociendo a fuego lento y deshojándose poco a poco. Eliud Kipchoge, para muchos el mejor fondista de todos los tiempos (para otros muchos Bekele tendría bastantes cosas que decir en eso), atacará este sábado (entre las 5 y las 9am, falta confirmación en función de metereología) el bajar de las dos horas en maratón (42.135 metros), algo que todavía no ha logrado el ser humano y que ya intentó el propio atleta keniata hace tres años en el famoso ‘Breaking2’ en el circuito de Monza. 

UN MONTAJE TITÁNICO

“Nadie tiene límites, por eso corro”Tal y como indicamos en el gráfico que acompaña la página, las cifras que mueve este ‘INEOS 1:59 Challenge’, subvencionado (como su nombre bien indica) por el multimillonario británico Jim Ratcliffe, propietario de la química ‘INEOS’, son una auténtica barbaridad. Empezando por las liebres (41, entre ellas algunos de los mejores atletas del mundo con medallas olímpicas y récords por doquier) y siguiendo por todo el operativo logístico que hay montado para que todo salga a la perfección. Viena, un circuito de 9,6 km y con 90% de recta y, la principal novedad respecto a Monza, con público.  

"NADIE TIENE LÍMITES, POR ESO CORRO"

Parco en palabras, extremadamente tranquilo y silencioso, sonriente y seguro de sí mismo, Eliud Kipchoge atendió a los medios de comunicación en la rueda de pensa previa a su gran reto ‘INEOS 1:59 Challenge’. “Me siento bien, he estado en el circuito, que es muy bueno, y espero con ansia el sábado”, comentó Eliud. “Correr en el Maratón de Berlín o hacerlo en Viena es distinto. Berlín era correr y romper el récord del mundo; Viena es correr para hacer historia”, añadió el keniata preguntado sobre qué cambia respecto a la plusmarca mundial que logró un año atrás en la capital alemana. “Corro porque quiero hacer historia y para demostrar que el ser humano no tiene límites”, sentenció el atleta africano.