Muere a los 84 años el mítico velocista estadounidense Bobby Joe Morrow

Bobby Joe Morrow pasó a la historia con solo 20 años

Bobby Joe Morrow pasó a la historia con solo 20 años / AFP

EFE

Bobby Joe Morrow, mítico velocista estadounidense triple campeón olímpico en una sola cita, ha fallecido a los 84 años por causas naturales en su casa de San Benito en el estado de Tejas.

La Federación Internacional (World Athletics) lamenta la pérdida de un atleta que marcó época y que se colgó los oros de la velocidad en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956, en los 100, 200 y 4x100 metros.

Por aquella época, Morrow todavía era un estudiante de la Abilene Christian University y en apenas una semana se convirtió en una auténtica referencia del atletismo y en una personalidad mundial. 

De hecho, el estadio de la ciudad lleva su nombre y fue incluido en el prestigioso salón de la fama del atletismo estadounidense en el año 1989.

Su inesperado fallecimiento el pasado sábado ha causado numerosas reacciones de condolencia desde toda la comunidad atlética, entre ellas la de la Federación Internacional, que recuerda también los 11 récords mundiales que batió durante su trayectoria.

Pese a que no ha tenido tanta trascendencia, sus referidos tres oros en los Juegos Olímpicos de Melbourne lo sitúan a la altura de otros mitos como Jesse Owens (Berlín 1936), Carl Lewis (Los Ángeles 1984) y Carl Lewis (Los Ángeles 1984)Usain Bolt (Londres 2012 y Río de Janeiro 2016)

Nacido en 1935 en la localidad estadounidense de Harlingen (en el condado tejano de Cameron), Bobby Joe Morrow se crió y vivió en San Benito, donde comenzó a jugar al fútbol americano.

Sin embargo y por suerte para este deporte, se pasó posteriormente al atletismo y captó la atención de las universidades más potente del país, pero decidió quedarse en la de su estado de Texas, la Abilene Christian University.

Su éxito en Melbourne, con tan solo 20 años, llegó incluso después de haber contraído un virus días antes que le hizo perder peso y le impidió afrontar la competición a tope. 

En los dos años siguientes acumuló más triunfos y más récords mundiales y tras retirarse en 1958 trató de volver en 1960 y clasificarse para los Juegos, pero una lesión muscular le impidió competir en las pruebas de selección y finalmente, pese a que iba a acudir como reserva, no entró en el equipo para la cita de Roma.

Dolido por aquella decisión final optó por retirarse definitivamente del deporte y en este período incluso llegó a hablar con el presidente Robert Kennedy y a comparecer en el Senado para explicar sus frustraciones. Finalmente, decidió regresó a su ciudad de San Benito, donde trabajó como granjero y carpintero.