Las zapatillas más rápidas de la historia, una pieza de museo en Barcelona

Las Nike Vaporfly4% Elite, expuestas en la 'expo' de la maratón

Las Nike Vaporfly4% Elite, expuestas en la 'expo' de la maratón / SPORT

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Hace casi dos años que Eliud Kipchoge, el recordman mundial de maratón, asumió un reto histórico, el de recorrer los 42,195 kilómetros en menos de dos horas: lo hizo en condiciones especiales, en el circuito de Monza (Italia), con varias liebres a su disposición y avituallamientos móviles.

El atleta keniano estuvo a punto de lograr el objetivo: le sobraron 25 segundos, pero su intento pasó a la historia. Nunca antes un ser humano había corrido tanto durante tanto tiempo. Empleó 2.00.25 en completar la distancia de una maratón. Ocurrió el 6 de mayo de 2017.

Desde entonces, esa gesta pendiente tiene en vilo al mundo del atletismo: una parte de esa historia ha aterrizado en Barcelona con motivo de la maratón de la capital catalana, que se disputa este domingo, 10 de marzo.

170 gramos de peso

Se trata de las zapatillas con las que Kipchoge asumió ese reto, las Nike Vaporfly4% Elite, especialmente diseñadas por la compañía estadounidense para Kipchoge. Podría decirse que son las zapatillas más rápidas de la historia, al menos en larga distancia. Su peso es de 170 gramos.

Las zapatillas con las que Kipchoge estuvo a punto de hacer historia se exhiben en el ‘stand’ que Nike tiene en la ‘expo’ de la maratón de Barcelona, en Plaça d’Espanya.

Los visitantes podrán estudiar los detalles técnicos de la zapatilla (reactividad, ligereza, refuerzo en el talón, tejido del ‘upper’, etc), aunque el calzado se expone, cual pieza de museo, tras una vitrina.

Acompaña la zapatillas varias fotos de Kipchoge y de los dos atletas que le acompañaron en el reto de Monza, el etíope Lelisa Desisa (de 27 años y doble vencedor en el maratón de Boston) y el eritreo Zersenay Tadese (37 años y plusmarquista mundial de medio maratón, con 58.23 minutos), además de una frase del atleta keniano: “El objetivo era romper la barrera de las dos horas. No lo conseguí, pero el mundo está solo a 25 segundos de distancia”.