De las luces de Beitia a las sombras de Mechaal

Adel Mechaal en Ámsterdam

Adel Mechaal en Ámsterdam / EFE

Carlos R. Galindo

Carlos R. Galindo

La cara y la cruz. La cara tiene nombre de mujer y brilla como el oro: Ruth Beitia y la cruz hace referencia a un atleta, Adel Mechaal, rehabilitado cautelarmente por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) por sus tres presuntos controles antidopaje fallidos. Son las dos caras de este deporte, la gloria y la miseria, un paso adelante y otro atrás… Ese será el escenario en el que se disputará este fin de semana el Campeonato de España de pista cubierta antesala de la gran cita invernal, el Europeo en sala que tendrá lugar los días 3 al 5 de marzo en Belgrado.

Beitia, la mejor atleta española de todos los tiempos, será la gran protagonista de esta cita. La cántabra, que este próximo mes de abril cumplirá 38 años, ha desmontado todos los argumentos físicos y médicos y es en su dorada madurez donde ha alcanzado un estado de gloria sin parangón. Campeona olímpica en los pasados Juegos de Río de Janeiro, podría lograr este próximo domingo su 16º título absoluto bajo techo, lo que le igualaría a otro histórico de este deporte, el lanzador leonés Manuel Martínez, hoy responsable de lanzamientos del Comité Técnico de la Federación Española.

La ‘abuela’ de las pistas ha acreditado este año una marca de 1,95 metros, la tercera del mundo. Nada parece indicar que bajará de lo más alto del podio, pese a la irrupción de su compañera de entrenamientos, Saleta Fernández, campeona en categoría promesa. Esta atleta pertenece a la nueva ola del atletismo español que tratará de ‘pedir paso’ en Salamanca.

UN ESCÁNDALO

Adel Mechaal aparece en el polo opuesto. Ya estuvo a punto de quedarse sin participar en los Juegos Olímpicos de Río por haber faltado (presuntamente) a tres controles antidopaje y, finalmente, pudo viajar tarde y mal. Lo pagó caro. Se repitió la historia meses después con motivo del Europeo de cross y ahora, seis meses después, seguimos en las mismas. Que se están haciendo las cosas mal es un hecho irrefutable. El aficionado está hasta el gorro, los atletas (limpios) maldicen por los pasillos y la credibilidad de este deporte es puesta en cuestión por la ineficacia de los órganos de poder de un sistema antidopaje que hace aguas por todas partes. Mechaal  intentará recuperar el título, dos años después, en 1.500 y en 3.000, algo que ya hizo en 2015.

Otro de los atractivos de este Campeonato será la participación del hispano-cubano Orlando Ortega, medallista de plata en 110 metros vallas en los Juegos de Río. El habanero, que defiende las siete mejores marcas nacionales del año en 60 vallas –incluyendo dos récords nacionales, el más reciente de 7.48- es favorito indiscutible.

Particular atención al 800 m., una de las carreras más atractivas del Campeonato. El sevillano Kevin López, defensor del título y que viene de correr en 1:46.58 tendrá que lidiar con Álvaro de Arriba, titular al aire libre y con Manuel Olmedo, que regresa a la distancia. En 1.500 metros, todas las miradas estarán puestas en el barcelonés Marc Alcalá.

En mujeres, duelo generacional en 1.500 metros entre la veterana Núria Fernández, que a sus 40 años ya logró la mínima para Belgrado en 3.000 y Solange Pereira, campeona a cubierto en 2016 y Marta Pérez, campeona al aire libre. Esther Guerrero, decimoquinta en el ránking mundial de 800 con una marca de 2:01.72, segunda mejor española de la historia, será otro de los atractivos así como Ana Peleteiro que parece haber renacido tras ponerse a las órdenes del legendario Iván Pedroso y que con su marca de este año (13,76) será la referencia de la prueba, lo mismo que Concha Montaner en el foso de longitud y que está a solo 7 centímetros de la mínima. 

Hasta el momento, 26 hombres y 11 mujeres han conseguido la mínima europea, aunque, debido al límite de tres atletas por prueba, no todos podrán entrar en el equipo nacional. Después de Salamanca, en España sólo quedará el mitin de Madrid, el viernes 24, para hacer la mínima europea.