Kipchoge: El 'Día Después' de un récord para la historia

Marc Roig (primero por la izquierda) entrenando junto con Kipchoge (segundo por la derecha) en Kenia

Marc Roig (primero por la izquierda) entrenando junto con Kipchoge (segundo por la derecha) en Kenia

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

La barbaridad que logró Eliud Kipchoge hace unos días en el Maratón de Berlín ha tenido en España un efecto curioso. Curioso porque a lo largo de la semana se ha oido más el nombre de Marc Roig que el del propio ‘recordman’ mundial. Marc, nacido y originario de Sant Pol de Mar, reside desde hace unos años en Kenia. De hecho, está tan integrado que su mujer es keniata y tienen ya tres hijos en común. El catalán ejerce como liebre y fisioterapeuta en este singular país africano, conocido en el mundo por ser la cuna de los mejores fondistas de la historia. Kipchoge escribió en la capital su nombre grabado con letras de oro. Rompió con todos los esquemas y rebajó 1’18” la anterior plusmarca (como no, de un compatriota suyo, Kimetto). Roig es su fisioterapeuta y entrena con él a menudo.

Fenómeno mediático

“Es todo una sorpresa. Supongo que para mí todo esto es una situación familiar, pero entiendo que para el público que no tenía referencias de mí les ha sonado como un oasis en el desierto y han querido saber más. Me ha dado un trabajo extra, pero encantado. Aún no ha regresado a Kenia Eliud y no he podido hablar personalmente con él, pero ya lo haremos con calma”, comenta Marc para SPORT.

Kipchoge duerme en una cama sencillísima, muy estrecha, sin almohada, en una habitación minúscula. En occidente serían unas condiciones denunciables, pero allí los atletas no necesitan más. Tienen lo justo y no aspiran a más porque lo consideran un derroche absurdo. “Es parte de la escuela, de cómo han crecido estos atletas. En la mayoría de casas cuando eran pequeños tenían incluso mucho menos que eso y se conforman con tener las necesidades básicas cubiertas. Muy básicas. Comida, cobijo y ya está. Puedes aspirar a más, por supuesto, pero para qué voy a gastar energía en preocuparme de esas otras cosas. El manager es el que se encarga de todo este tipo de cosas”, asegura Roig.

Berlín, tierra de récords

Ocho de los últimos nueve Récords del Mundo de maratón se han logrado en la capital alemana. Tiene magia, tiene aura, pero también tiene otras cosas. “No es la maratón que mejor paga, pero ha conseguido ese estatus de ser la carrera rápida por excelencia. Quien más papeletas juega a la primitiva, tiene más opciones de que le toque. Es verdad que a pesar de Berlín nos pilla a los europeos a finales de verano y no es la mejor época para entrenar, aquí en Kenia eso no afecta. Aquí hace el mismo tiempo todo el año e incluso en verano hace algo de fresquito y llueve bastante. No es una mala época”. 

Iten, Eldoret, el Valle del Rift. ¿Cómo ha revolucionado a la ‘fábrica de atletas’ el récord? “Para la ciudad de Eldoret no ha cambiado nada. Es el pan nuestro de cada día. No añade nada a lo que no supiéramos ya los que estamos relacionados con esto. Quizás sí que va a suponer todavía un poco más un lugar de peregrinaje para toda esta gente que ya lo conocía o que lo acaba de descubrir. Que Kenia, Eldoret, Kaptagat, son las zonas de entrenamiento de Kipchoge. Aparte de los medios, cada vez es más habitual que corredores profesionales o aficionados me contacten para concentrarse aquí semanas o meses”. Es el día después del ‘Fenómeno Kipchoge’...