Jornada de bronce para Peleteiro y Ortega

Peleteiro logró el bronce y rozó la plata

Peleteiro logró el bronce y rozó la plata / EFE

Albert Gracia

Un día marcado claramente en el calendario para la delegación española. Había tres opciones reales de medallas con Ana Peleteiro en el triple salto, Óscar Husillos en los 800 metros y Orlando Ortega en el 110 metros vallas. Y la jornada terminó con buen sabor de boca. Peleteiro y Ortega lograron la tercera plaza en sus respectivas pruebas y se aseguraron dos metales más que se suman a los de Carro, en 3.000 obstáculos, y Tákacs, en 50 km marcha.

Ana Peleteiro se llevó el bronce en con una marca de 14.44, a tan solo 11 centímetros de su récord (14.55). Más allá de la medalla, Peleteiro se mostró muy contrariada por su último salto, el que le podía permitir asaltar la plata e incluso el oro. Una muestra más de que la atleta había venido a Berlín a por la victoria.

El enfado también pudo venir, en parte, por quedarse a tan solo un centímetro de cambiar el bronce por la plata, lo que hubiese convertido una gran prueba en una mayúscula. Y eso que mejoró la marca del clasificatorio. Peleteiro pasó a la gran final con un primer salto de 14,27. No necesitó nada más. No obstante, en la final había mucho nivel con nombres como Papahrístou, que se llevó el oro (14.60), o Gierish, que se hizo con la plata (14.45). La española logró un bronce que, finalmente, le supo a poco. 

Ortega, de bronce

Al término de su semifinal, en la que acabó primero con un tiempo de 13.21, lanzó un claro mensaje para sus contrincantes en la final: “Voy a por el oro”. Pero el oro se le esfumó en los primeros metros y no estuvo cerca en ningún momento. Orlando Ortega cometió un fallo en la segunda valla que a punto estuvo de costarle un disgusto. No obstante, se recuperó, sacó coraje y remontó para lograr un meritorio bronce con un tiempo de 13.34.

Ese error no le permitió poder dar caza a dos de los grandes favoritos de la prueba, Shubenkov y Martinot-Lagarde. Ambos finalizaron la prueba con una marca de 13.17 pero fue finalmente el francés el que se hizo con el oro por milésimas. Aun así, y tras el devenir de la prueba, Ortega se marchó muy contento por el trabajo realizado. 

La nota negativa

Husillos llegaba a la final siendo el segundo más rápido del año (44.73) en el panorama continental de los 400 metros. Pero en las semifinales ya le advirtieron que el nivel de la gran final iba a ser muy alto. Y así fue. Hasta el punto de no poder ni siquiera luchar por las medallas. Y eso que empezó como un tiro.

El palentino estuvo a la par del resto hasta que un vendaval por la calle central rompió la carrera. El poderío físico de Hudson-Smith (44.78) y las respuestas de los hermanos Borlée (que lograron plata y bronce) dejaron a Husillos sin opciones (44.92). El atleta español acabó sexto en una final en la que Warholm terminó último. El español lo dio todo pero no fue ni mucho menos suficiente en una jornada para recordar.