Duplantis, el heredero de Bubka

Evolución del récord mundial de salto con pértiga desde 1983

Evolución del récord mundial de salto con pértiga desde 1983 / MARC CREUS

David Rubio

David Rubio

El 26 de mayo de 1984, Sergei Bubka arrebató al galo Thierry Vigneron el récord universal de salto con pértiga por dos centímetros y lo situó en 5,85 metros. 

Tenía 20 años y 174 días de edad y desde entonces mejoró la plusmarca otras 16 veces hasta situarlo en 6,14 metros el 31 de julio de 1994 si bien Vigneron lo poseyó durante unos minutos con 5,91 m.

Desde entonces hasta la aparición de Armand Duplantis, la pértiga ha contado con otra gran estrella huérfana de oros mundiales al aire libre, el francés Renaud Lavillenie, campeón olímpico en Londres 2012 y único que había saltado más que Bubka gracias a los 6,16 m que saltó 20 años después el 15-F de 2014. 

Dos récords seguidos 

Duplantis ha eclipsado a las grandes estrellas de la pista cubierta y es el gran protagonista de una temporada atlética sin Mundial bajo techo por el coronavirus. 

Con 20 años, el sueco mejoró en un centímetro el récord universal de Lavillenie el pasado 8 de febrero en la localidad polaca de Torun siete días después lo dejó en 6,18 metros en Glasgow.

Cuando saltó 6,17, el nuevo prodigio del atletismo tenía 20 años y 90 días y ya es el más joven de la historia en atesorar dos plusmarcas mundiales.

Pero... ¿ha alcanzado su techo? Pues todo apunta a que no. “Duplantis hace atractivo el atletismo y concentra la atención en la pértiga. El deporte de elite es durísimo y él es muy joven, pero creo que lo sabrá llevar con su entorno. Y creo que todavía puede saltar más alto”, comentó el propio Bubka a BBC Sport.

Técnica prodigiosa 

La apuesta de Duplantis de ir centímetro a centímetro recuerda a lo que hizo el ucraniano en 11 ocasiones, si bien a nivel de estilo no se asemejan tanto.

Con 80 kilos de peso, una de las claves del seis veces campeón mundial era su fuerza, lo que le permitía doblar las pértigas más duras y salir despedido hacia un listón que franqueaba gracias a su privilegiada técnica. 

Mucho más menudo (69 kilos), Lavillenie destaca por su velocidad en la carrera y su capacidad para moverse en las alturas.

El escandinavo mide 1,81 metros, está en torno a los 79 kilos y aúna todas las virtudes para un saltador de pértiga que lo acercan a la perfección.

Velocidad en la aproximación, potencia en la fase de elevación y un asombroso dominio de los tiempos desde que suelta la pértiga hasta que franquea el listón. Sus saltos sobre 6,17 y 6,18 fueron limpios y apunta a acercarse a 6,25 metros.

Entorno privilegiado 

Tal y como apuntaba Bubka, el entorno de Duplantis es excelente. Su padre y entrenador, el estadounidense Greg, saltó 5,80 y fue quinto en los Trials de 1996. 

Su madre, la sueca Helena, combinó heptatlón y voleibol. Y sus tres hermanos brillan o han brillado en la pértiga, si bien Antoine Duplantis es ahora un destacado bateador en la Universidad de Luisiana.