Historia SPORT

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Cristina Ferrando, el valor de ganar sin renunciar a nada

Cristina posando con el oro conseguido en Antequera

Cristina posando con el oro conseguido en Antequera / SPORT.

David Boti

David Boti

Cristina Ferrando (Benicarló, 1992) entrena a las órdenes de Claudio Veneziano en el Playas de Castellón, club en el que lleva toda una vida. Vivir tras la alargada sombra de Ruth Beitia no es nada fácil, pero en Antequera demostró que el relevo en la altura española está asegurado.

Tras conquistar su primer oro nacional absoluto, la castellonense atiende en exclusiva a SPORT para valorar su éxito, detallar cómo compagina el deporte con su vida laboral y también analizar lo que ha supuesto la excapitana española para la altura en concreto y para el deporte español en general.

El camino hacia este éxito no fue fácil. Un contratiempo en forma de lesión le impidió finalizar la pretemporada en condiciones y vio peligrar el arranque de 2019. “Sabía que estaba muy bien, pero sufrí una subluxación en un dedo del pie y eso trastocó todos mis planes. Pensé en no continuar en pista cubierta esta temporada. Hasta enero no empecé a saltar después de estar un mes fuera. En la concentración de Navidad me dijeron que podía saltar y, gracias a la ayuda de los fisioterapeutas, lo conseguí”.

Cristina empezó la temporada en Zaragoza como primer ‘test’ para comprobar si podía rendir a su máximo nivel, pero se quedó en 1.73. La infiltración posterior a la prueba no le ayudó para la Copa de la Reina. “Me afectó mentalmente, pero mi entrenador me aseguró que si me lo proponía, podía llegar al campeonato de España de pista cubierta”.

Ahí es donde aparece la figura de un entrenador ‘top’. Bajo las órdenes de Veneziano, la atleta castellonense sigue creciendo profesionalmente día a día y destaca su valor como técnico en los momentos claves. “Tengo un gran equipo con Claudio y con Toñi Martos, mi psicóloga deportiva. Me ayudan en todo y están ahí siempre en todas las situaciones delicadas”.

DOS TÍTULOS EN 2019

Desde ese momento, en cada uno de los campeonatos en los que ha participado -primero el autonómico y después el nacional de pista cubierta-, Ferrando ha acabado en lo más alto del podio. En la cita nacional le bastó con sobrepasar el listón a la primera en el 1.82 para colgarse la medalla más preciada. “Estoy muy satisfecha con este resultado porque significa empezar bien el año. Ahora hay que resetear la mente y cargar pilas para la temporada al aire libre. Su progresión no se entiende sin contar lo que le sucedió en 2018. Primero una infección bucal y, posteriormente, un accidente de coche, le impidieron cuajar buenos resultados en un año clave como fue el adiós de Ruth Beitia en el que Saleta Fernández se colgó el oro en pista cubierta (1.82) y Raquel Álvarez hizo lo propio en el campeoanto al aire libre (1.79) disputado en Getafe.

En Antequera le llegó por fin la recompensa y Cristina tiene claro que el relevo, aunque sea difícilmente igualable, está más que garantizado. “Estamos muy mal acostumbradas a lo que consiguió ella. Es la mejor atleta española de la historia. Creo que podemos llegar a citas internacionales importantes. Nos gusta y tenemos ganas. Podemos llegar a las mínimas para los Europeos, Mundiales y también para Tokio 2020. No lo descarto para nada. Estamos capacitadas todas para lograrlo”.

Beitia siempre las ha protegido y las ha tratado como a su propia familia. “Hay un ambiente muy sano en la altura. Dentro de la pista competimos, pero cuando acabamos todas somos amigas. Nos llevamos bien y eso se nota también en las concentraciones”. Además, la excapitana ha querido mantenerse muy cerca de ellas para garantizar ese relevo. De hecho, la benicarlanda confiesa cómo la felicitó el día siguiente de su éxito.  “Me desperté con un ‘¡Buenos días, campeona de España’. Ella es un referente para el deporte. Ha sabido llevar al equipo. Fue una excelente capitana de la altura y también de la selección”.

ATLETA Y MATRONA, AL MISMO TIEMPO

Cristina, que rebosa optimismo por todos lados, ya mira al futuro pero no se marca metas a corto plazo. “Esta temporada es rara porque tenemos el campeonato de España en septiembre. Entonces planificarlo ya es complicado. Lo que quiero volver a estar sobre mis marcas -su mejor marca personal se sitúa en 1.88- y saltar 1.90. Si lo consigo antes, iré a por la mínima de Doha”. Por si el reto deportivo no fuese suficiente, todo esto lo combina con su trabajo diario. Es enfermera especialista en obstetricia y ginecología o lo que, comúnmente, se conoce como matrona en Castellón y, además, becada por la UCAM de Murcia, estudia ya su segundo máster, este último relacionado con la Bioética.

Compaginarlo todo no es nada fácil, pero vuelve a repetir que, en situaciones así, es clave tener la persona adecuada a tu lado para poder alcanzar tus metas. “Claudio me conoce y conoce mi personalidad. Tengo las ideas muy claras. Estudiar es primordial. Ser matrona también lo es. Él me respetó desde el primer momento. Creo que cuando haces lo que te gusta y luchas por tus objetivos, nada te supone un esfuerzo”. El camino de Ferrando en este inicio de temporada ha sido impecable con estos dos oros. Lo que está por venir es muy prometedor e ilusionante para ella. Eso sí, sin dejar nunca de lado ninguna de sus dos pasiones.