Atletismo - Mundial Pekín 2015

Bragado: "Ir solo a participar a un Mundial no va conmigo"

El marchador atendió a SPORT antes de disputar en Pekín sus 12º Mundiales (50 km marcha), superando las 11 participaciones de la lusa Susana Feitor

Bragado atendió, en exclusiva a SPORT, antes del Mundial de Pekín

Bragado atendió, en exclusiva a SPORT, antes del Mundial de Pekín / sport

David Rubio

A sus 45 años (cumplirá 46 en octubre), Jesús Ángel García Bragado disputará en Pekín sus 12º Mundiales (50 km marcha), superando las 11 participaciones de la lusa Susana Feitor. Y en 2016 le esperan en Río sus séptimos Juegos Olímpicos, con lo que superaría a Manel Estiarte Luis Álvarez Cervera como el español con más presencias olímpicas.

¿Qué queda del chaval que ganó el oro en 50 kilómetros marcha en 1993 en los Mundiales de Stuttgart?

La ilusión por estar en un Mundial, por pasarlo bien con el equipo... Yo sigo teniendo la misma aspiración que en Stuttgart, porque allí tampoco tenía la verdadera aspiración de quedar campeón del mundo, solo vi esa posibilidad cuando descalificaron a Robert Korzeniowski y la prueba quedó muy abierta. Y me gustaría que volviera a suceder. Sé que no van los rusos, pero con mi edad he de saber cuáles son mis limitaciones y cuál es mi rol. Con 45 años ya es casi un premio competir al máximo nivel mundial.

Pero no va solo a participar sin más, ¿verdad?

No. No sé si será un defecto o una virtud, pero nunca me lo he planteado así. Ojalá fuera capaz... (ríe). Cuando te marcas un objetivo, los entrenamientos son muy exigentes y tienes que entrenar al ritmo que te has marcado. A lo mejor por naturaleza soy inconformista y ahora me planteo luchar por un puesto (los ocho primeros) que me dé acceso directo a los Juegos de Río.

Récord histórico con 12 Mundiales, ¿le ha felicitado José María Odriozola?

No, hace tiempo que no tengo ningún tipo de conversación con Odriozola. Me comentan cosas, pero nada más. Cuando estoy en Madrid y voy a la Federación, si nos vemos nos miramos o nos ignoramos. Él suele decir que su despacho está siempre abierto, pero eso no quiere decir que no tengas la mente cerrada.

¿De quién se acordará en Pekín cuando bate el récord de participaciones?

Pues de todos los que me han apoyado, de ese entorno que ha estado conmigo todos estos años. Desde el doctor Xabier Leibar hasta Montse, que es mi entrenadora y mi pareja. Por supuesto, del doctor Manel Rivas que habrá vuelto otra vez a obrar con sus manos milagrosas que pueda seguir viviendo esta segunda juventud. Y de Miquel Àngel Cos, que me ha seguido exigiendo como fisioterapeuta mezclado con la amistad personal... de toda esta gente.

Han pasado siete años desde los Juegos de Pekín. ¿Qué recuerdos tiene?

Sobre todo anécdotas. Será la tercera vez que voy. Estuve en el 95 en la Copa del Mundo y por entonces China era muy diferente. En 2008 ya se adivinaba lo que ya es China, una potencia mundial. Recuerdo unos Juegos tan magníficos como los que hubo aquí en Barcelona. Fue un año complicado por temas personales y me tuve que operar de la cadera, así que tuve muchas dudas sobre mi participación. Recuerdo que unas semanas antes Odriozola me planteó que renunciara y curiosamente al final fui el español mejor clasificado. Quedé cuarto, lejos de las medallas, pero ahora vemos que la lejanía de esas medallas se debía a otra razones.

¿Qué supondría recibir ese medalla olímpica siete años después por esos posibles positivos?

Pues el reconocimiento a que en mi carrera deportiva, aquello que me ha faltado ha sido porque otros han hecho trampas. Ése sería el resumen. Yo siempre he querido que el día que me retire, tener el convencimiento de que lo he dado todo para conseguir una medalla olímpica con métodos legales.

¿Le han ofrecido esos productos ilegales?

No, la verdad es que no. Esto es como la Ruta del Bacalao. Si no no buscas 'bacalao' es difícil que te ofrezcan pastillas. O como las meigas, que haberlas haylas, pero si quieres es fácil evitarlas.

Londres'12 fue un momento crítico. ¿Por qué no se retiró?

Posiblemente el error fue que una vez conseguido el objetivo de ir a mis sextos Juegos Olímpicos, no supe interpretar bien mi papel, que era disfrutar de esos Juegos. Como siempre, quise exigirme mucho y mi cuerpo dijo basta. Antes de los Juegos, hice una rotación indebida con peso y arrastré un síndrome facetario, que es lo mismo que le pasó a Rafa Nadal el año pasado. Y llegué muy mal, porque estaba lesionado y eso me limitó mucho. Tenía mucho entrenamiento e hice una marca digna (3h:48.32), pero muy alejado a nivel de puestos (19º). Entonces, imagino que no quería dejar el atletismo de alta competición con ese sabor de boca tan amargo y probé a seguir entrenando. En el Mundial de Moscú tuve muy buenas sensaciones, me volví a sentir atleta y encontré otra fórmula de preparar las temporadas, sin tanta exigencia y seleccionando mucho el objetivo. Lo repetí en Zurich en 2014, mejoré el tiempo que había hecho en Moscú y terminé octavo, finalista. Y aquí estamos, a por otro Mundial. La temporada ha sido muy discreta, porque tuve la mala pata de caerme en un entrenamiento y me fracturé la muñeca, que aunque parezca que no, el braceo es muy importante en la marcha. Ésa es la explicación de que haya estado desaparecido todo el año.

Si todo va bien, ¿dirá adiós por fin tras los Juegos de Río?

Mmmm... a ver, lo que no voy a hacer es coger todas mis zapatillas y quemarlas en una hoguera como si fuera Sant Joan (ríe). Yo creo que seguiré entrenando, lo que pasa es que entre los atletas que subirán del 20 y los que están ya en el 50, en el próximo ciclo olímpico lo normal sería que hubiera al menos tres que no permitiesen a García Bragado ir al siguiente Mundial, Vamos a ver...

¿Qué le ha aportado la política a nivel deportivo?

Me ha permitido compaginar el deporte de manera profesional con otra vertiente de la vida. Y en cierta manera el deporte me ha permitido mantener esa visión de que lo que hacía era real... cuesta explicarlo. Yo entrenaba y sabía que el deporte dependía de mí; en cambio, en la política dependes de un entorno. Si saltan casos de corrupción en mi partido, yo no puedo hacer mucho por evitarlo. Y cada vez veo más similitud entre la corrupción en la política y la corrupción en el deporte, que es el dopaje.

¿Cómo vería desde fuera que un atleta de 45 años sigue compitiendo con aspiraciones?

Supongo que a mucha gente le genera admiración. A alguno le podrían asaltar dudas, pero si conoces la trayectoria, quizá se le disiparían. A mí me interesaría conocer la historia de esa persona, porque habrá tenido muchas vivencias. Me haría muchas preguntas. Un tío que lleva más de 20 años, tendrá mucho que explicar. Como Manel Estiarte. Y supongo que él a su vez vivió lo de Álvarez Cervera, que también estuvo en seis Juegos. Me encantaría tomar un café con esa persona y que me explicara muchas cosas.

¿Admira o ha admirado a algún atleta?

Sí, claro, por supuesto. Cuando eres joven empiezas admirando a los que te han precedido. Mi generación se aficionó al atletismo viendo por la tele a José Manuel Abascal y a José Luis González. Luego cuando elegí esta especialidad, me fijas mucho en José Marín y en Jordi Llopart, que fueron los pioneros de la marcha en España. Y después en cierta medida vas desmitificando a los atletas internacionales cuando compites contra ellos. Pero en su momento sí los tuve como un mito. He admirado a muchísimos, como por ejemplo a Robert Korzeniowski.