Atletismo - Mundial 2015

Bragado: "Yo, como Simeone, partido a partido", tras acabar noveno en el Mundial de Pekín

García Bragado aseguró tras su actuación en el Mundial de Pekín que él "lo seguirá intentando. he de trabajar para poder ir a los Juegos der Río"

García Bragado tiene confianza y espera estar en sus séptimos Juegos, los de Río

García Bragado tiene confianza y espera estar en sus séptimos Juegos, los de Río / AFP

Efe

El marchador madrileño <strong>Jesús Ángel García Bragado</strong>, mejor español clasificado en los 50 kilómetros con un noveno puesto, se ha convertido hoy en el único atleta de la historia que compite en 12 Mundiales, y asegura que él seguirá intentando que haya más, a sus 45 años.

"Yo seguiré entrenando. No sé si compitiendo, no me lo he planteado, pero de momento como el 'Cholo' Simeone, partido a partido", aseguró García Bragado, campeón mundial en su primera participación en Mundiales, los de Stuttgart 1993.

El madrileño, que también es el atleta de más edad en Pekín 2015, estuvo hoy a tan sólo un puesto de conseguir el pase a los Juegos Olímpicos de Río 2016, lo que también sería una proeza para el madrileño, que ha disputado seis competiciones olímpicas consecutivas desde Barcelona 1992.

"He de trabajar para poder ir a Río y disfrutar si consigo la clasificación para acabar con un buen sabor de boca, pero está visto que el diploma olímpico es caro", aseguró hoy el marchador, quien tuvo que ser atendido en la enfermería del estadio por problemas estomacales que no pasaron a mayores.

"Al terminar, me han metido la 'alcachofa' enseguida los de la televisión china y no me han dejado respirar", contó García Bragado, que en la llegada vomitó algo de agua y pasó en la enfermería media hora, aunque salió por su propio pie y quitó importancia a las molestias estomacales.

García Bragado quedó algo apenado por no haber conseguido en Pekín el pase a Río, ya que él estaba convencido de que iba octavo (la última posición que clasificaba para los JJOO) en las rectas finales de la carrera.

"Tampoco tenía las fuerzas, yo sabía que para clavar esto había que repetir la marca de Zurich", señaló en referencia a los Europeos del año pasado, en los que le ocurrió lo contrario de hoy (pensaba que iba noveno y acabó octavo).

"Al final no hay más cera que la que arde, los 45 años te limitan mucho y cuando llevas tantos años lo ves venir, es como cuando a Fernando Alonso le dan el coche y ya sabe lo que puede hacer con él", analizó acerca de la carrera de hoy.

"Me gusta competir y me hubiera gustado estar un poquito mejor, sabía que en los entrenamientos me faltaba algo pero tampoco podía apretar", admitió.

Sobre la actuación del equipo español en Pekín, donde por ahora sólo se ha conseguido una medalla (la de <strong>Miguel Ángel López</strong> en los 20 kilómetros marcha) y nadie más ha pasado a finales, el veterano madrileño aseguró que es "una realidad que tenemos que asumir" y debe combatirse ganando experiencia y confianza para el futuro.

"Creo que hay que dar un poquito mas de confianza a este grupito, y en Londres (sede de los Mundiales de 2017) está claro que ya no habrá excusas, pues no habrá cambios de horario", valoró.

"Hay gente con madera para hacer grandes cosas, lo que pasa que tienen que darse cuenta de que el año pasado era un Europeo, esto es un Mundial, el nivel es muy alto y todo el mundo quiere llegar a la final", añadió García Bragado.

Preguntado sobre los casos de dopaje entre los marchadores rusos, que en años pasados dominaron la disciplina, el español subrayó que con estos escándalos "se va viendo un poco lo que había detrás".

"Es un país grande, si apoyan el deporte conseguirán regresar, pero tienen que desmontarlo todo y volver a montarlo", subrayó, un día después de que se anunciara que el único ruso que iba a competir en Pekín, <strong>Aleksandr Yargunkin</strong>, quedaba fuera de la competición por consumo de sustancias ilegales.

Por su parte, el leonés <strong>Francisco Arcilla</strong> admitió que "destrozado" tras cruzar por línea de meta en el puesto 35 (de 38 que terminaron la carrera) y aseguró que lo había pasado peor que nunca.

"Ya vi que esto era una escabechina e iban a terminar o el más inteligente o el más fuerte", señaló el atleta de 31 años, quien sólo tuvo palabras de elogio para su compañero Jesús García Bragado, que a sus 45 años quedó a las puertas del pasaporte olímpico (9º).

"Es increíble, me imaginaba que podía estar allí y me quito el sombrero", aseguró Arcilla.

Respecto a su propia actuación, fue muy crítico: "Estoy tremendamente descontento y decepcionado. No creo que haya sido muy inteligente, quizá fui demasiado ambicioso al principio, pues sabía que tenía que arriesgar un poco", valoró el leonés.

Los problemas con esa estrategia llegaron en los últimos 20 kilómetros, en los que le fallaron las fuerzas y pensó en retirarse "en todas y cada una de las vueltas".

"Incluso quedando una vuelta no estaba seguro de que fuera a terminar", admitió, y añadió que tras el que calificó como su peor 50 (ha corrido tres) "habrá que ver si me animo para volver a hacer uno, no creas que es fácil pensar en repetir".

En todo caso, en la carrera de Pekín le pudo el orgullo y se llevó la pequeña alegría de llegar a la meta tras esa competición mental que vivió contra sí mismo: "Tengo siempre muy metido que no me voy a retirar salvo que el cuerpo me tire al suelo, así que he terminado, lo que evidentemente es una satisfacción".