50 años del 'Black power'

Tommie Smith batió el récord del mundo en Mexico 68

Tommie Smith batió el récord del mundo en Mexico 68 / AFP

Jonathan Moreno

Corría el 16 de octubre de 1968. Los atletas Tommie Smith y John Carlos ocupaban la primera y tercera posición en el podio de los 200 metros lisos representando a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Mexico’68. Encaramados ambos en sus respectivos escalones y bajo los primeros acordes de la ‘Bandera engalanada de estrellas’ ofrecieron al mundo una imagen que acabó resultando un icono del mundo del deporte y de la lucha racial. Los 19,83 segundos de Smith -récord mundial- quedaron en un segundo plano en la ceremonia de las preseas. 

Puños en alto enfundados con guantes negros y cabeza agachada, Smith y Carlos adoptaron el saludo del partido político ‘Panteras negras’ y respaldaban así el movimiento ‘Black Power’, abriendo de lleno el debate por los derechos raciales en un país donde los afroamericanos todavía arrastraban el estigma de la segregación. Asimismo, en un detalle que pasa desapercibido a simple vista, ambos velocistas recibieron sus medallas completamente descalzos, como símbolo de pobreza.

Peter Norman, invitado de lujo en la fotografía, no se descalzó ni alzó su brazo, pero apoyó a sus compañeros luciendo un emblema del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos, iniciativa surgida como protesta al racismo en el deporte. Tommie Smith y John Carlos portaron su féretro cuando el australiano murió en 2006 a causa de problemas cardiacos.

La intrahistoria

Nacido en el estado sureño de Texas, la infancia de Tommie Smith no fue nada fácil. Hijo de una familia numerosa, sus padres trabajaban de sol a sol en los campos de algodón. Smith creció en un entorno duro, donde el Ku Klux Klan campaba a sus anchas y la segregración racial estaba a la orden del día. Eso forjó su personalidad. 

Velocista prometedor desde sus tiempos en el instituto, Smith compartía entrenamientos con John Carlos, neoyorkino de origen cubano, en la Universidad de San José (California). Ambos entablaron amistad y coincidieron en su preocupación por la situación política y social que vivía el país en la década de los 60. De ahí que se unieran para formar el OPHR (Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos) -por sus siglas en inglés- junto al sociólogo Harry Edwards.

Entre sus demandas para no boicotear Mexico’68 se encontraban la invitación de Sudáfrica y Rhodesia a los Juegos Olímpicos, que Muhammad Ali recuperara el título mundial de los pesos pesados y la renuncia de Avery Brundage como presidente del COI. Nada de ello sucedió y los velocistas realizaron una protesta que perdurará en la historia.

Un merecido homenaje

Después de realizar el gesto, Tommie Smith y John Carlos recibieron amenazas, fueron expulsados del equipo olímpico y sufrieron todo tipo de escarnio y marginación. Al igual que Norman, que se solidarizó con sus compañeros y vio cómo su país le daba la espalda. “Peter fue una roca y un faro, habérmelo cruzado, conocido y apreciado fue un regalo del cielo”, dijo Smith con lágrimas en los ojos en el funeral del australiano. La administración Obama homenajeó a ambos en 2016. “Su poderosa protesta silenciosa en los Juegos de 1968 fue controvertida, pero despertó conciencias”, declaró el primer presidente afroamericano de la historia de los Estados Unidos.