El vestuario del Atlético, hecho un polvorín

El vestuario se ha divido en varios grupo y eso ha complicado la convivencia

Los pesos pesados están molestos porque no se respetan los galones ganados en los últimos años

Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, durante las semifinales de la Supercopa

Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, durante las semifinales de la Supercopa / AFP

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El Atlético de Madrid se ha caracterizado por ser un equipo en el que todo el mundo rema en la misma dirección, con el bien de equipo por delante del individual, una cultura que ha diferenciado a los colchoneros a lo largo de la exitosa era Simeone. Sin embargo, esta temporada los resultados no acompañan y el clima que se vive en el vestuario es lejos de ser el ideal y la situación está muy cerca de explotar.

Según cuenta Marca, las decisiones tomadas en estos últimos meses han complicado la convivencia en un vestuario que venía de coronarse como campeón de liga.

Griezmann y De Paul amenazaron la estabilidad del vestuario

En primer lugar, la llegada de Antoine Griezmann y De Paul han sacudido a un vestuario que ya empezaba a tener varias fisuras. El francés fue muy bien acogido por aquellos que fueron compañeros suyos en su primera etapa con los colchoneros. Por otro lado, el altísimo salario percibido por el francés y su inclusión en el 11 desde el primer momento no han gustado nada a algunos de sus compañeros.

Con De Paul, el problema está con su rol de estrella, algo que no gustó al núcleo duro del Atlético de Madrid. Además, su amistad con Luis Suárez ha apartado al uruguayo del resto de vestuario.

El colectivo, dividido en clanes

No todos los problemas llegan por las incorporaciones del verano, pues el vestuario ya estaba dividido antes que llegaran ambos jugadores. Los malos resultados cosechados en este inicio de temporada ha provocado divisiones en el grupo, en el que se han formado varios 'clanes'. Entre ellos, el de Joao, Lodi, Felipe, Cunha, Carrasco y Lemar. Otro clan balcánico integrado por Oblak, Savic, Saponjic y Vrsaljko.

Divisiones de este tipo nunca son buenas noticias para los vestuarios, sobre todo cuando los resultados no son los deseados, un caso parecido es el que se vivió en el Barça, donde los jugadores franceses quedaron muy apartados del resto de futbolistas.