Griezmann, situación insostenible

El público es soberano, aunque no siempre razonable. No lo ha sido el aficionado del Metropolitano con Antoine Griezmann, que olió sangre ante el mal momento del francés y le usó de chivo expiatorio tras las eliminaciones en Champions League y Copa del Rey.

El Atlético aplaca a un Valladolid vencido

Más pitos

Los atléticos culpan a su '7' de falta de compromiso y de entrega en los momentos claves de la temporada. Tampoco agradó en la pasional hinchada colchonera que una figura como la del galo no diera la cara ante los micrófonos para defender los intereses de su equipo, sobre todo tras el KO ante el Real Madrid con el celebérrimo penalti de Julián Álvarez. Los escarceos con su futuro han jugado en contra del 'Principito', tentado para salir este mismo verano con destino a la MLS.

El encuentro ante el Real Valladolid se presentaba como un reférendum para el galo. El Metropolitano le pitó ante el Barça y frente a los pucelanos repitió 'modus operandi' cuando Diego Pablo Simeone le retiró del campo sobre la hora de juego para introducir a Sørloth. Para más inri, el noruego volvió a ver puerta y continúa comiéndole la tostada en el apartado realizador.

Simeone confía

"No está en su mejor momento. Nos acostumbra con goles y asistencias, pero el entrenador le sigue poniendo porque cree en él y en estos siete partidos necesitamos tener a los mejores en el campo", aseveraba el técnico argentino en la rueda de prensa posterior al partido.

El entrenador, lejos de ponerle a pies de los caballos, continúa depositando su confianza en él a base de titularidades. El Cholo está intentando recuperar la mejor versión de Griezmann por todos los medios, incluso dándole un rol más activo en la creación del juego. Durante muchas fases del partido contra los castellanos, 'Grizou' se alejó del área y participó activamente en la sala de máquinas, ubicado en muchas ocasiones como interior con libertad de movimientos. El francés bajó a la medular para asociarse con Gallagher, Barrios y Koke y trató de acelear la circulación cuando el Valladolid estaba más encerrado en su área.

El esfuerzo y el pundonor del '7', no obstante, no tuvo la recompensa buscada por Simeone y la afición volvió a dedicarle una sonora pitada cuando fue remplazado. Algo se ha roto en una relación que hasta hace unas semanas pintaba a idilio eterno. Quizás Griezmann y el Atlético necesitan darse un tiempo. Poner un océano de por medio.