El Atlético y sus supersticiones: del hombre de negro a la bandera de la suerte

Diego Pablo Simeone es una de las tres personas imprescindibles para entender y explicar la historia del Atlético de Madrid. Junto con Luis Aragonés y Fernando Torres, el ‘Cholo’ es una pieza fundamental del club colchonero. Los valores y la filosofía del exjugador y técnico argentino y de la entidad madrileña se han ido retroalimentando con el paso de los años hasta encontrarse en el mismo punto. Se necesitan mutuamente. La relación que los une es indescifrable e incomprensible para los que no poseen el sentimiento rojiblanco. En algunos momentos, incluso, trasciende la lógica.

Los que comparten la pasión con la que vive absolutamente todos los partidos de ‘su’ Atlético y están acostumbrados a verlo corretear por el área técnica colchonera, tanto en el Vicente Calderón como en el Wanda Metropolitano, hace muchos años que lo han tipificado como el ‘hombre de negro’. Entusiasta de los trajes oscuros de corte italiano, que combina con camisas también negras aunque las elevadas temperaturas le aconsejen exactamente lo contrario porque “el color blanco implica identificación con el Real Madrid”, Simeone no modifica su atuendo por superstición: viste íntegramente de negro desde la final de la Europa League de 2012 que ganó contra el Athletic Club, su primer título en el banquillo rojiblanco.

En el museo del club madrileño, denominado Territorio Atleti e inaugurado el pasado verano, está expuesto uno de los trajes negros de Simeone. Concretamente, el que lució en la final de la Copa del Rey de 2013, en la que su equipo derrotó en la prórroga al Real Madrid. Al eterno rival. La indumentaria del ‘Cholo’ reposa en una instalación de la galería en la que se destacan varios objetos importantes de la historia de la entidad. En esa misma sección también se puede encontrar una bandera muy especial para Koke desde esa noche de mayo gloriosa, memorable, en el Santiago Bernabéu y que ha formado parte de las convocatorias atléticas en los compromisos continentales más importantes disputados en los últimos años.

Se trata de una pequeña enseña que el actual capitán del Atlético plantó y besó en el centro del campo del estadio merengue mientras el equipo colchonero celebraba su décima Copa del Rey. Las imágenes de aquel episodio, que se pueden encontrar fácilmente en las plataformas digitales más prestigiosas, dieron la vuelta al mundo. Y aún emocionan, a día de hoy, a la mayoría de aficionados rojiblancos. El canterano levantó su primer trofeo con el primer equipo y, antes de cada partido de Champions significativo, se acuerda de esa bandera que le dio suerte en el día en el que los ‘indios’ rompieron una mala racha de 14 años sin ganar el derbi de la capital española.