Nubarrones en Bilbao antes de la final de Copa

Dura semana la que se ha vivido en el ‘Botxo’. Mientras su eterno rival, la Real Sociedad, ha estado festejando una Copa del Rey histórica, los leones todavía tienen en la cabeza esa fatídica final que decidió el penalti convertido por Oyarzabal. 

Y es que ahora el Athletic deambula en un limbo del que solo se va a salir con un buen trabajo mental y de motivación. Está claro que el golpe más duro llegó el día de la final, pero los dos partidos que se han disputado tras esa fecha tampoco han acabado del todo bien. El pasado miércoles, los de Marcelino tenían la oportunidad de resarcirse y tomar venganza de los ‘txuri-urdin’ con un nuevo derbi liguero, pero terminó en un doloroso empate a uno con un tanto de la Real en los últimos compases de partido, que igualaba el gol de Villalibre. El encuentro ante el Alavés era una oportunidad de oro para volver a sonreír y encarar la semana con optimismo. Pero el Athletic se topó con un muro llamado Pacheco y sumó otro empate amargo en el ensayo general.

Pero ojo, que también hay brotes verdes. Es de justicia recalcar que ante los babazorros Marcelino optó para revolucoinar el once titular, dejando a jugadores importantes en el banquillo y que, salvo sorpresa, serán titulares ante el Barça. Williams, Muniain, Raúl García, Berenguer... y un largo etcétera de futbolistas que no disputaron 90 minutos.

De hecho, con la entrada de estos en la segunda mitad, a los leones les cambió la cara y mostraron una buena versión sobre el verde. Dos empates consecutivos que deben ser tan solo el punto de partida si quieren desquitarse de la primera final y volver a celebrar una Copa del Rey 37 años después. Pero las sensaciones no es que sean las mejores.