Wembanyama, más allá de los límites en la NBA

Victor Wembanyama sigue reescribiendo la historia de la NBA a su manera. En su segunda temporada en la liga, el pívot francés de los San Antonio Spurs ha conseguido una gesta sin precedentes: liderar la competición en tapones pese a haber jugado solo el 56,1% de los partidos de su equipo. Nunca antes un jugador había encabezado alguna de las cinco grandes estadísticas individuales (puntos, rebotes, asistencias, robos o tapones) habiendo disputado menos del 75% de los encuentros.

El dato habla por sí solo. A sus 21 años, y pese a una temporada marcada por los problemas físicos, Wembanyama ha terminado el curso como el máximo taponador de la NBA. Su presencia en pista se redujo a 46 partidos debido a una trombosis venosa profunda en el hombro derecho, un diagnóstico que le obligó a poner punto y final a su temporada de manera anticipada. Aun así, su impacto fue tan demoledor que le bastó poco más de media campaña para dejar huella.

El dato que demuestra el problema de la NBA con los triples

Con un bestial promedio de 3,8 tapones por encuentro, Wemby ha vuelto a confirmar lo que ya insinuó como rookie: es una fuerza defensiva sin parangón. Su combinación de envergadura, agilidad y lectura del juego le permite cambiar tiros, intimidar sin necesidad de saltar y condicionar ataques enteros desde la línea de fondo. En una liga cada vez más ofensiva, él ha devuelto protagonismo a la defensa como factor desequilibrante.

La hazaña adquiere aún más valor si se tiene en cuenta que ningún otro jugador en la historia había liderado una de las cinco grandes estadísticas jugando tan pocos partidos. Wembanyama rompe así otro registro histórico y se consolida como un jugador generacional. Su físico de videojuego y su inteligencia táctica le convierten en una rareza que puede dominar el juego desde ambos lados de la cancha.

Con esta marca, Wembanyama deja claro que va a seguir luchando por el premio a jugador defensivo en los próximos años y afianza su estatus como piedra angular del proyecto de San Antonio. Aunque los resultados colectivos aún no acompañan, tienen claro que su reconstrucción gira en torno a un jugador que ya ha hecho historia… en solo 46 partidos.