Tradición y modernidad en el pistoletazo de salida

El Mundial comienza a cumplir con el objetivo para el que fue concedido

Blanquear, o al menos dulcificar, el régimen dictatorial que dirige el país

Inauguración oficial de Qatar

Inauguración oficial de Qatar / EFE

SPORT.es

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La tradición catarí y la modernidad se mezclaron en la ceremonia de inauguración del Mundial 2022, en el estadio Al Bayt de Al Khor, una de las joyas arquitectónicas erigidas para albergar la competición y escenario del primer partido, entre la selección anfitriona y la de Ecuador.

El escenario del acto no podía ser más adecuado. El estadio toma su nombre de las bayt al sha'ar, las tiendas tradicionales que usaban los nómadas de Catar y de la región del Golfo y su estructura se asemeja claramente a ellas.

Bajo la presidencia del emir Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, muy aclamado por el público, el primer Mundial de la historia en Oriente Medio exhibió una ceremonia rápida, de media hora, por momentos muy sentida, en la que se mostraron las raíces del país, su vinculación al desierto, y se quiso mandar un mensaje de unidad y de modernidad.

"Bienvenidos a Qatar"

"Al mundo entero le digo, bienvenidos a Doha. Hemos trabajado duro con mucha gente para que esta competición sea un éxito. Hemos invertido para trabajar por el bien de la humanidad. Las gentes se unen, sin importar su etnia, su religión, su orientación y su nacionalidad aquí en Catar y tras las pantallas de todos los continentes del mundo", indicó en su breve discurso el emir.

Asistieron, a parte de los máximos dirigentes del fútbol mundial que encabeza el suizo Gianni Infantino, personalidades como los presidentes de Turquía, Refecep Tayyip Erdogan, Egipto, Abdel Fattah al-Sissi, de la autoridad nacional Palestina, Mahmud Abás, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, y la vicepresidentea ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez.